Tanto la vacunación como la actividad física se han considerado útiles a la hora de reducir el riesgo de infecciones graves por COVID-19, y ahora, un nuevo estudio ha descubierto que el ejercicio regular podría mejorar la eficacia de la vacuna.
El estudio, publicado en el British Journal of Sports Medicine, ha revelado que, en comparación con los vacunados con niveles de ejercicio bajos, los individuos vacunados con niveles moderados y altos de actividad física tenían (1,4 y 2,8 veces, respectivamente) menos riesgo de ser ingresados en el hospital por síntomas relacionados con el COVID-19.
En el estudio participaron cerca de 200 mil sudafricanos mayores de 18 años, clasificados en grupos de actividad baja, moderada y alta, para comprobar la hipótesis de que el ejercicio es un “modificador del efecto” en la relación entre la vacunación y la hospitalización.
Durante las pruebas realizadas en el estudio, la actividad física se controló mediante minutos, recuento de pasos y datos de la frecuencia cardíaca a través de dispositivos portátiles.
Los que tenían un nivel de actividad bajo realizaban menos de una hora de actividad física de intensidad moderada a la semana. Los participantes con niveles de actividad física moderada realizaban entre una hora y casi 2,5 horas de ejercicio a la semana, y los del grupo de actividad alta hacían ejercicio durante 2,5 horas o más a la semana.
Para los del grupo de baja actividad, la eficacia de la vacuna contra los ingresos hospitalarios relacionados con el COVID-19 se situó en el 60%. En comparación, la eficacia de la vacuna en los grupos de actividad moderada fue del 72,1% y del 85,8% en el grupo de actividad alta.
Esto implica que, a pesar de recibir la misma vacuna, los que hacían más ejercicio tenían casi un 26% menos de probabilidades de ser hospitalizados a causa del virus en comparación con los que dedicaban menos tiempo a las actividades físicas.
Según la Organización Mundial de la Salud, los adultos de entre 18 y 64 años deberían realizar al menos entre 2,5 y 5 horas de actividad aeróbica de intensidad moderada a la semana para obtener beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.
Según el gobierno de Canadá, la actividad física puede reducir el riesgo de más de 25 afecciones crónicas en adultos de entre 18 y 64 años, como el ictus, el cáncer de colon, la osteoporosis, la hipertensión, el cáncer de mama, la diabetes de tipo 2 y las enfermedades coronarias.
El gobierno también recomienda al menos 2,5 horas de actividad física a la semana para conseguir beneficios para la salud.