Rodrigo Díaz M.
En Canadá, la edad promedio de divorcio ha aumentado constantemente a lo largo de los años, en parte porque las personas se casan cada vez más tarde. En el 2020, la edad promedio de divorcio era de 48 años, según los datos más recientes de Statistics Canada.
En las últimas tres décadas, el país ha experimentado un aumento del “divorcio gris”, cuando las parejas de 50 años o más se separan, según StatCan, aunque las tasas de divorcio en ese grupo de edad se han estabilizado más recientemente, descendiendo en el 2020. La ruptura de un matrimonio nunca es fácil, pero el divorcio a una edad superior a los 50 años tiene su conjunto único de desafíos, dicen los expertos.
Parece haber menos estigma en torno al divorcio y las parejas mayores están más dispuestas a poner fin a su matrimonio si no están contentas con él
En los últimos diez años se ha observado un aumento del “divorcio gris”, sobre todo entre personas de 65 años o más que desean poner fin a su matrimonio.
Hay múltiples factores que pueden contribuir a un “divorcio gris”. Uno de estos factores es que los baby boomers, que tienen entre 60 y 78 años, han pasado por diferentes cambios sociales a lo largo de su vida.
Muchas de estas personas que ahora son adultos mayores en Canadá, se casaron muy jóvenes, pueden haberse divorciado a los 20 años, y las personas que ya se han divorciado tienen más probabilidades de divorciarse de nuevo.
Además, los baby boomers tienen más riqueza que ninguna otra generación en la historia, por lo que pueden permitirse vivir en hogares separados.
El número de personas mayores solteras es mayor que nunca, lo que significa que hay más gente con la que volver a emparejarse tras el divorcio.
Aunque a una edad más avanzada hay menos responsabilidades parentales de las que preocuparse, ya que los hijos son mayores y muy probablemente independientes, un “divorcio gris” puede seguir siendo una carga financiera para ambas partes.
Lo preocupante es que a las parejas en un “divorcio gris” no les quedan muchos años de trabajo como les quedaría a una pareja más joven y, por tanto, tienen menos tiempo para reconstruir el patrimonio perdido, dicen los expertos. Mientras tanto, el alto costo de la vida y la incertidumbre económica han pesado mucho sobre los canadienses de todo el país, afectando a los planes de jubilación de muchos.
Un informe del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA) de la Universidad Metropolitana de Toronto publicado la semana pasada muestra que uno de cada cuatro canadienses de 50 años o más afirma que sus ingresos no le alcanzan. Según el informe, sólo un tercio (35%) de ese grupo de edad afirma poder permitirse jubilarse cuando lo desee.