Rodrigo Díaz M.
El Departamento Federal de Inmigración reducirá su plantilla en más de un 20%, lo que ha vuelto a suscitar inquietud por los retrasos y los plazos de tramitación de las solicitudes.
Según el Sindicato de Empleo e Inmigración de Canadá, que representa a 35 mil empleados de Inmigración, Servicio Canadá, Empleo y Desarrollo Social Canadá (ESDC) y la Junta de Refugiados, el lunes se comunicó al personal de inmigración que se iban a eliminar 3.300 puestos de trabajo y que se darían más detalles a mediados de febrero.
La noticia de los despidos se produjo tras el plan del gobierno liberal de reducir el número de nuevos residentes permanentes y temporales admitidos en Canadá en los próximos tres años, en su intento de frenar el crecimiento demográfico del país en medio de la crisis de asequibilidad.
También se produce tras las recientes decisiones del departamento de recortar significativamente la financiación a las organizaciones que ayudan a los recién llegados a asentarse e integrarse mediante servicios relacionados con el empleo, la formación lingüística y el apoyo comunitario.
Entre el 2020 y el 2023, la plantilla del Departamento de Inmigración pasó de 9.207 a 13.685 trabajadores para reforzar su capacidad operativa a fin de hacer frente a los retrasos creados durante la pandemia y cumplir los objetivos del gobierno federal de aumentar los niveles de inmigración.
A finales de noviembre, el departamento tenía más de dos millones solicitudes de inmigración permanente y temporal en el sistema; más de un millón de ellas habían superado sus propios plazos de tramitación previstos. En total, el 38% de las solicitudes de residencia permanente y el 54% de las de residencia temporal en cola se consideraban atrasadas.
Aunque es demasiado pronto para saber si esto significará simplemente un desvío de personal a otras áreas de las operaciones del gobierno, como el sistema de asilo, los solicitantes de inmigración a Canadá deben esperar algunos retrasos en la tramitación a partir de ahora.