Rodrigo Díaz M.
La cifra oficial de muertes por COVID-19 superó los seis millones esta semana, lo que subraya que la pandemia, que entra oficialmente en su tercer año, está lejos de haber terminado.
Este el último recordatorio de la naturaleza implacable de la pandemia, incluso cuando la gente se despoja de las mascarillas, los viajes internacionales se reanudan y los negocios vuelven a abrir en todo el mundo.
Por otro lado, sólo el 7% de las poblaciones de los países de bajos ingresos están totalmente vacunadas, frente a más del 73% en los países de altos ingresos
Mientras las tasas de mortalidad siguen siendo elevadas en Polonia, Hungría, Rumania y otros países de Europa del Este, la región ha visto llegar a más dos millones de refugiados procedentes de Ucrania, un país devastado por la guerra, con una escasa cobertura de vacunación y altas tasas de casos y muertes.
A pesar de su riqueza y disponibilidad de vacunas, Estados Unidos alcanzará el millón de muertes registradas en algún momento de esta primavera.
Tanto Estados Unidos como Canadá están eliminando muchas restricciones de salud pública contra el COVID-19 a medida que la ola de la variante Omicron disminuye.
A nivel mundial, es probable que hayan más de seis millones muertes causadas por el COVID-19.
Las deficiencias en el mantenimiento de los registros y las pruebas en muchas partes del mundo han dado lugar a un recuento insuficiente de los fallecimientos, además de un exceso de muertes relacionadas con la pandemia, pero no con las infecciones reales por COVID-19, como las personas que murieron por causas evitables pero que no pudieron recibir tratamiento porque los hospitales estaban llenos.
Un análisis del exceso de muertes realizado por un equipo de The Economist estima que el número de muertes por COVID-19 se sitúa entre 14,1 y 23,8 millones.
México ha informado de 300 mil muertes, pero con pocas pruebas, un análisis gubernamental de los certificados de defunción sitúa la cifra real más cerca de los 500 mil.
En la India se han registrado más de 500 mil muertes, pero los expertos creen que el verdadero número de víctimas es de millones, principalmente derivadas de la variante del Delta.
Con unas 250 mil muertes declaradas, se cree que el menor número de muertes en el continente africano se debe a que no se declaran todos los casos, así como a que la población es generalmente más joven.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África siguen presionando para conseguir más vacunas, aunque ha sido un reto. Algunos envíos llegan sin avisar a los sistemas sanitarios de los países y otros se acercan a la fecha de caducidad, lo que obliga a destruir las dosis.
Como buena señal, a finales del mes pasado África superó a Europa en el número de dosis administradas diariamente, pero sólo un 12,5% de su población ha recibido dos inyecciones.
En Latinoamérica, los datos no son muy fiables, pero según datos de Stadista, se calcula que mas 1.6 millones de personas han muerto en la región, con solo Brasil, México, Perú, Colombia y Argentina registrando más del 75% del total de muertes. Al menos, estos son los datos oficiales.
La disparidad mundial en materia de vacunas continúa, ya que sólo el 6,95% de los habitantes de los países de bajos ingresos están totalmente vacunados, en comparación con más del 73% en las naciones de altos ingresos.
Las tasas de mortalidad en todo el mundo siguen siendo las más altas entre las personas no vacunadas contra el virus.
En el mundo se han confirmado más de 445 millones de casos de COVID-19, y los nuevos casos semanales han disminuido recientemente en todas las regiones, excepto en el Pacífico Occidental, que incluye a China, Japón y Corea del Sur, entre otras.
Hong Kong, que está viendo cómo se disparan las muertes, está realizando tres pruebas a toda su población de 7,5 millones de personas a partir de este mes.
Las islas remotas del Pacífico, cuyo aislamiento las había protegido durante más de dos años, están lidiando ahora con sus primeros brotes y muertes.
El mundo tardó siete meses en registrar el primer millón de muertes por el virus tras el inicio de la pandemia a principios de 2020. Cuatro meses después había muerto otro millón de personas, y desde entonces ha muerto un millón cada tres meses, hasta que la cifra de muertos alcanzó los cinco millones a finales de octubre.