Por Laura Martínez Tébar.
EFE/REPORTAJES. “La autoestima es la reputación que adquirimos de nosotros mismos”, decía Nathaniel Branden, psicoterapeuta canadiense especialista en el campo de la psicología de la autoestima y autor de numerosos libros de autoayuda.
Hablar de una autoestima sana, buena o alta es hablar de una persona que se quiere, se respeta y se valora. Sin embargo, el ser humano se enfrenta a lo largo de su vida a todo tipo de retos vitales que ponen a prueba su autoestima.
El miedo al qué dirán, a que no nos acepten, a ser diferente o a no dar la talla, son algunas de las creencias limitadoras que nos apartan de lo que queremos ser.
Cuidar de la autoestima implica conocernos, reconocer los propios errores o aspectos en los que mejorar, aceptarnos, ser capaces de visualizar nuestro potencial y relacionarnos con los demás de forma eficaz y satisfactoria, entre otros factores.
La psicóloga Hermínia Gomà, directora del Institut Gomà y creadora de la Escuela de Coaching Teleológico, ofrece las claves para conocer aquellos factores que influyen en nuestro bienestar en ‘Autoestima para vivir’, un libro “dirigido a ayudar a reforzar esta competencia y también a generarla en los demás”, según indica.
Para ello, la autora aplica una metodología basada en el Coaching Teleológico (telos, término griego que significa fin, objetivo o propósito), cuya aspiración es lograr que las personas lideren su vida partiendo de la base de que todos tenemos un don, somos importantes, especiales, diferentes y poseemos un gran poder transformador.
‘La rueda de la autoestima’, ‘las etiquetas negativas’, ‘saber perdonarse’, ‘potenciar nuestra autoconciencia’, ‘superar la vulnerabilidad’, ‘trabajar la resiliencia’ o ‘saber decir no’ son algunas de las 35 actividades que contiene el libro y que el lector puede realizar a modo de epílogo tras la lectura de cada capítulo.
Entre ellas, por ejemplo, la actividad ‘saber decir no’ supone una herramienta para liderar nuestra vida mediante el reconocimiento del valor de nuestro tiempo, el aprecio a nuestras capacidades y el respeto a nuestros pensamientos.
Y es que, pronunciar este monosílabo no es tarea fácil. Prueba de ello es una de las frases de las que se hace eco Gomà, unas palabras del propio Gabriel García Márquez, quien decía: “Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir ‘no’ cuando es no”.
CUIDADO CON LA COMPARACIÓN CON LOS DEMÁS.
“La autoestima es el equilibrio entre la persona que somos y la persona que nos gustaría ser”, define Hermínia Gomà. Desde esta perspectiva, la construcción de esta competencia consistirá en un proceso cuyo objetivo será acortar la brecha entre lo que “somos” y lo que queremos “llegar a ser”.
Para lograr este estado es importante partir de una serie de preguntas que nos ayudarán a definir y a entender nuestra autoestima: ¿Quién soy? ¿Qué pienso de mí? ¿Cómo me siento conmigo mismo?.
Esta serie de cuestiones nos ayudarán a mejorar nuestro autoconcepto, a su vez generará expectativas más certeras y, en suma, allanará el camino hacia aquello que nos propongamos.
Para poder definir quiénes somos es común tomar como referencia cómo vemos a los demás. Sin embargo, la psicóloga apunta que “es curioso que siendo necesario compararnos con los demás para la configuración de nuestra identidad, esta acción pueda perjudicarnos”, pues según su experiencia, “la comparación con los demás está en la base de todos los problemas de autoestima”.
“La comparación ha de ser con uno mismo y con un espíritu de superación. Esto nos hará independientes”, indica. No obstante, la autora señala que “hay espíritus muy competitivos a los que esta estrategia les puede servir para mejorar”.
La clave es que las personas estén a gusto consigo mismas, puedan tener un equilibrio entre quienes son y quién quieren ser, se crean capaces -no de todo- pero sí de bastantes cosas que pueden hacer y se crean importantes en la misma medida en que creen importantes a los demás.
Asimismo, es importante destacar que la autoestima puede variar en función de las áreas o parcelas de nuestra vida.
“Puede haber aspectos en nuestra vida en los que estar en un 5 sobre 10 sea satisfactorio, mientras que en otras áreas estar en un 7 sobre 10 sea insatisfactorio y deseemos mejorar”, afirma la experta.
Otras preguntas fundamentales son las relativas a las aspiraciones personales: ¿Qué persona quiero ser? ¿Para qué quiero ser esa persona? ¿Para qué quiero avanzar? ¿Qué es para mí el éxito?.
Sobre esta última cuestión -el éxito-, Hermínia Gomà advierte sobre varios de los falsos mensajes que imperan en la sociedad actual.
“Hay quien cree que el éxito es llegar a ser famoso, cuando todos sabemos que la fama es efímera. Puede que para ti el éxito sea un sueldo, un cargo o un trabajo. Para otras personas, el éxito son aquellos valores que dependen del propio esfuerzo y que van más allá del dinero. Para mí, el éxito tiene que ver con la satisfacción personal de estar a gusto y en paz con nostoros y con el mundo que nos rodea”, afirma.
Por último, la autora resalta que la infancia y la adolescencia son etapas determinantes para la configuración de la autoestima: “Se trata de etapas que van a marcar muchísimo. Si la autoestima ha estado muy machacada en estas edades, el esfuerzo para que esa persona no se sienta vulnerable será titánico”, indica.
LOS SEIS VERBOS DE LA AUTOESTIMA.
La autoestima es un hábito que se entrena practicando. Sin embargo, a la hora de actuar, expresiones como “debería, tengo que, nunca puedo, siempre me pasa…”, nos paralizan y nos anulan.
Por ello, para emprender con eficacia el camino hacia la mejor versión de nosotros mismos, debemos detenernos y reparar en seis verbos esenciales a la hora de potenciar y reforzar la autoestima y que propone Hermínia Gomà:.
QUIERO.- Es muy importante que realmente ‘queramos’ fortalecer la autoestima. No valen los ‘debería’ ni los ‘tengo que’ ni los ‘si pudiera’… Tienes que decirte: “realmente quiero hacer este cambio, quiero fortalecer mi autoestima”.
PUEDO.- Debemos sentirnos capaces de poder hacerlo, con esfuerzo, determinación y ayuda. Y, aunque no podamos del todo, siempre podremos con una parte.
CREO. Creo en mí, creo que puedo hacerlo y conseguir la disciplina para cambiar los hábitos que necesito. Se trata de una creencia en mí como ser único, digno, especial y diferente. He de creerme que este cambio es necesario y que lo merezco.
SIENTO.- Es muy importante que todo este proceso no se quede en lo cognitivo, lo mental. Es esencial que lo podamos transferir al corazón. Necesito sentir con toda mi alma que soy una persona merecedora y digna de amarme y ser amada.
VALGO.- No hace falta que vaya demostrando que valgo. En mi interior sé que valgo. Puede que no para unas cosas pero seguro que soy capaz de valer para otras tantas. El valor ya lo adquirimos por el hecho de nacer, no hace falta demostrar más.
DECIDO.- Las personas debemos entender que estamos condenadas a decidir continuamente. Aunque el ser humano decida no avanzar está decidiendo (está tomando la decisión de no avanzar). No podemos evitar decidir. En este sentido, ¿cuál es uno de los problemas que nos encontramos con la autoestima?: que las personas postergan el cambio. El cambio debemos decidir empezarlo hoy mismo.
En definitiva, “si te permites pensar diferente, comenzarás a sentirte diferente, y entonces podrás actuar de forma diferente y llegar a ser habitualmente quien te habrías propuesto llegar a ser”, sentencia Gomà.