Rodrigo Díaz M.
Ontario se enfrenta a un duro camino para cumplir su objetivo de construir más de un millón de viviendas nuevas.
Los expertos del sector de la construcción afirman que el último cambio de política del Gobierno y los elevados tipos de interés crean incertidumbre entre los promotores.
El ministro de vivienda de Ontario, Paul Calandra, anunció la semana pasadaque la provincia daría marcha atrás en las ampliaciones de límites que había impuesto a varios municipios, entre ellos los de las regiones de Peel, York y Halton. Calandra explicó que había tomado la decisión después de que un estudio revelara que la oficina de su predecesor había intervenido “demasiado” en el proceso.
La noticia fue recibida con decepción por la Building Industry and Land Development Association (BILD), un grupo de presión y defensa de la construcción con sede en el GTA. Su director ejecutivo, Dave Wilkes, declaró esta semana que los terrenos del llamado cinturón blanco (terrenos con potencial urbanizable situados fuera de los límites urbanos existentes) se identificaron mediante un “proceso exhaustivo y agotador”.
“A medida que se eliminan y se retiran, esos terrenos dejan de estar disponibles para el crecimiento. Ese suelo ya no está disponible para los nuevos compradores de viviendas. Y ello afectará gravemente a la capacidad de cumplir el objetivo provincial de 1,5 millones de nuevas viviendas para 2031”, declaró Wilkes.
Según Wilkes, las previsiones de crecimiento demográfico de algunos municipios afectados por las primeras ampliaciones de límites implican que se necesita más terreno para construir la combinación adecuada de viviendas “que demanda el mercado”, sobre todo unifamiliares.
La provincia ya va muy retrasada en su objetivo de vivienda, según un análisis independiente que afirma que el ritmo anual de construcción debe casi duplicarse hasta alcanzar las 150 mil viviendas en el 2025 para tener alguna esperanza de alcanzarlo.
Las proyecciones del sector privado citadas en el presupuesto provincial de 2023 no prevén más de 83 mil nuevas viviendas en ningún año hasta el 2026. Sin embargo, estas estimaciones se realizaron antes de que el gobierno federal eliminara el impuesto sobre el valor añadido de los alquileres con fines específicos, y Ontario prometió eliminar la parte provincial de este impuesto.
En Toronto, Altus Group encontró que los costos de construcción de viviendas unifamiliares aumentaron más del 80% desde principios del 2019 hasta principios del 2023, y aproximadamente el 63% para apartamentos.