Rodrigo Díaz M.
Francia se convirtió el lunes en el primer país del mundo que consagra el derecho al aborto en su Constitución, culminación de un esfuerzo que comenzó como respuesta directa a la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de anular el caso Roe contra Wade.
Los legisladores de ambas cámaras del Parlamento francés votaron 780 a 72 a favor de la medida, superando fácilmente la mayoría de tres quintos necesaria para enmendar la Constitución francesa.
La votación del lunes, celebrada durante una reunión especial de legisladores en el Palacio de Versalles, al suroeste de París, fue el último paso del proceso legislativo. El Senado y la Asamblea Nacional franceses aprobaron la enmienda por abrumadora mayoría a principios de año.
La enmienda establece que en Francia existe una “libertad garantizada” para abortar. Algunos grupos y legisladores habían pedido un lenguaje más contundente para calificar explícitamente el aborto de “derecho”.
Los legisladores calificaron la medida como una forma histórica de que Francia envíe una clara señal de apoyo a los derechos reproductivos, con el aborto amenazado en Estados Unidos, así como en partes de Europa, como Hungría, donde los partidos de extrema derecha han llegado al poder.
Tras la votación, la Torre Eiffel se iluminó con las palabras “mi cuerpo, mi elección”.
El orimer ministro francés, Gabriel Attal, dijo antes de la votación que los legisladores tenían una “deuda moral” con las mujeres que, en el pasado, se vieron obligadas a soportar abortos ilegales.
“Por encima de todo, estamos enviando un mensaje a todas las mujeres: tu cuerpo te pertenece”, dijo Attal.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que el gobierno celebraría una ceremonia formal para celebrar la aprobación de la enmienda hoy viernes, Día Internacional de los Derechos de la Mujer.
Francia legalizó el aborto por primera vez en 1975, tras una campaña liderada por la entonces ministra de Sanidad, Simone Veil, una superviviente de Auschwitz que se convirtió en uno de los iconos feministas más famosos del país.
Mientras que en la política estadounidense el aborto es un tema muy controvertido que suele dividir a los partidos, en Francia goza de un amplio apoyo. Muchos de los legisladores que votaron en contra de la enmienda no lo hicieron porque se opusieran al aborto, sino porque consideraban que la medida era innecesaria, dado el amplio apoyo a los derechos reproductivos.