Por Stefany Jovel
Las experiencias estresantes son una parte normal de la vida, y la “respuesta al estrés” es un mecanismo de supervivencia que nos prepara para responder a las amenazas.
Pero actualmente estamos viviendo un período de estrés sin precedentes, y esto puede afectar cada parte de nuestras vidas, incluida nuestra capacidad para realizar tareas básicas, mantener nuestras relaciones e incluso usar nuestros cuerpos.
Para ayudarte a lidiar con estos dos escenarios, tenemos cinco cosas rápidas y orientadas a la acción que puede hacer para comenzar a manejar el estrés excesivo con el que vivimos actualmente y un poco sobre la ciencia que hay detrás de cada una.
Casi todas o todas podrán parecerte rutinarias o simplistas, pero estas son prácticas sencillas y fáciles de ejecutar en cualquier lugar donde te encuentres. Practícalas y evalúa cuáles o son las que más te funcionan. Por favor, recuerda que estas prácticas necesitan que “estés presente”; es decir que no lo hagas de forma automática, a fin de que puedas obtener todos los beneficios posibles.
Trata de calmarte, respirando
Inhala lentamente por cuatro, sostén la respiración por cuatro y luego exhala por seis. Repita 10 veces.
Por qué funciona: Disminuir nuestra respiración permite que nuestros cuerpos se recalibren y reduce los niveles de excitación fisiológica.
Concéntrate
Reduzca la velocidad de sus pensamientos acelerados contando hacia atrás de tres en tres en su mente desde 100 (100, 97, 94, etc.).
Por qué funciona: concentrarse de manera estructurada e involucrar a su cerebro en una tarea que lo distraiga puede interrumpir patrones inútiles.
Relájate
Uno por uno, tensa cada grupo muscular de tu cuerpo durante 10 segundos y luego suéltalo. Observe cómo se siente dejar que sus músculos se relajen y que la tensión abandone su cuerpo.
Por qué funciona: La relajación activa de nuestros músculos puede aumentar la energía y la flexibilidad, ayudándonos a sentirnos más tranquilos.
Conéctate a tierra, a tu entorno
Haz un escaneo rápido de tu cuerpo y “observa” el aire a tu alrededor y cualquier superficie que estés tocando. Si es posible, cierra los ojos y concéntrate en las sensaciones, texturas y temperaturas.
Por qué funciona: Centrarse en nuestro entorno físico nos ayuda a estar más en sintonía con los detalles y hacer evaluaciones más equilibradas de nuestros entornos.
Celébrate y celebra a los demás
Estás lidiando con grandes desafíos. Piensa en tres cosas que salieron bien hoy. Si involucraron a otra persona, reconócele y agradécele siempre que sea posible.
Por qué funciona: Disminuir la velocidad para reconocer incluso los pequeños éxitos puede aumentar nuestra sensación de control sobre nuestro entorno y ayudarnos a ayudar a los demás de manera más efectiva.