Rodrigo Díaz M.
El mercado laboral canadiense perdió más 207 mil puestos de trabajo el mes pasado, ya que el aumento de los casos de las variantes del COVID-19 provocó la reanudación de las restricciones de salud pública y aumentó la preocupación por las consecuencias económicas a largo plazo producidas por la pandemia.
Según Statistics Canada, la tasa de desempleo subió un 0.6% el mes pasado, a 8,1% en comparación al 7,5% de marzo. Habría sido del 10,5% si se hubiera incluido en los cálculos a los que querían trabajar, pero no buscaban un empleo.
Ontario lideró las pérdidas a nivel regional con una caída de 153 mil empleos, y British Columbia fue testigo de su primer descenso del empleo desde el histórico desplome del mercado laboral en abril de 2020.
A nivel nacional, las pérdidas fueron más fuertes en el trabajo a tiempo completo que en el trabajo a tiempo parcial, con el comercio minorista y los trabajadores jóvenes más afectados, ya que el resurgimiento del virus y sus variantes obligó a una nueva ronda de restricciones y cierres.
El primer ministro, Justin Trudeau explicó que las pérdidas de empleos se debían a las restricciones “difíciles pero necesarias” para luchar contra la tercera ola de la pandemia del COVID-19.
“Lo mejor que podemos hacer por nuestra economía es acabar con esta tercera ola lo antes posible”, dijo.
Dado que los cierres han continuado en mayo, es posible que haya más pérdidas de puestos de trabajo este mes.
Este último revés en el mercado laboral tendrá un impacto a largo plazo en los trabajadores y en las empresas afectadas.
Las cicatrices, o los reveses económicos a más largo plazo para el país, pueden verse en las filas de los que han estado seis meses o más sin trabajo, que subieron a 486 mil, ya que unos 21 mil trabajadores más cruzaron dicho umbral el mes pasado.
Entre ellos hay 312 mil trabajadores que llevan al menos un año sin trabajar, frente a los 99 mil registrados antes de la pandemia, lo que significa que casi uno de cada cinco trabajadores desempleados lleva un año o más buscando trabajo.
La preocupación es que, con el paso del tiempo, a estos trabajadores les resulte más difícil encontrar un nuevo empleo, o que abandonen por completo la población activa y retrasen la recuperación económica nacional.
Con las pérdidas laborales de abril, el país ha perdido más 503 mil puestos de trabajo, lo que representa un 2,6% por debajo de los niveles de febrero de 2020, antes de la pandemia, pero Statistics Canada sugirió que la brecha real puede ser mayor.
El gobierno federal vigilará de cerca las cifras de la población activa cuando se acerque el verano y el otoño para ver qué cambios podrían ser necesarios en el paquete de ayudas económicas de emergencia para la pandemia. En el presupuesto federal, anunciado el mes pasado, se propuso extender la ayuda de emergencia hasta más allá del verano para los trabajadores más afectados y mantener por un año más el acceso más sencillo al seguro de empleo.