Rodrigo Díaz M.
Los aranceles sobre el acero y el aluminio que entre a los Estados Unidos proveniente de otro país han experimentado un nuevo aumento.
Se trata de otro incremento del 25%, lo que lleva a un arancel total del 50% sobre el aluminio y acero extranjeros. El aumento entró en vigor el miércoles.
Todo esto surge después de que, en marzo, Trump impusiera aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio en los Estados Unidos.
Una de las promesas de Donald Trump durante su campaña electoral fue la de la revitalización de la industria manufacturera estadounidense.
El primer mandatario estadounidenses ha utilizado la misma retorica que siempre ha usado cuando ha impuesto sus aranceles: que estos tienen el objetivo de de devolver la industria manufacturera a los Estados Unidos.
El precios del acero han subido un 16% desde que Trump asumió la presidencia a mediados de enero, según el índice de precios al productor del gobierno estadounidense.
Trump utilizó sus poderes en materia de seguridad nacional para imponer un arancel del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio en marzo del 2018, durante su primer mandato presidencial.
Algunos analistas estadounidenses han atribuido a los aranceles impuestos durante el primer mandato de Trump el fortalecimiento de la industria siderúrgica nacional.
Sin embargo, un informe de la Tax Foundation señaló que durante ese tiempo las empresas se vieron obligadas a pagar precios más altos y que los aranceles provocaron la pérdida de unos 75 mil puestos de trabajo en el sector manufacturero.
La industria siderúrgica canadiense ha advertido de que el regreso de los aranceles de Trump provocaría de nuevo los trastornos y los perjuicios observados en el 2018. También se produjeron pérdidas de puestos de trabajo y paradas de producción en Canadá.
Una de las promesas de Donald Trump durante su campaña electoral fue la de la revitalización de la industria manufacturera estadounidense.











