Por Raúl A. Pinto
Una curiosa disputa entre gobiernos provinciales se ha dado en Canadá luego que los oficiales de British Columbia (B.C.) desafiara la prohibición de venta de sus vinos en su vecina Alberta, luego de los controversiales problemas relacionados con las tuberías del oleoducto que pasa entre ambas provincias.
En un comunicado de prensa firmado por el ministro provincial de Trabajo, Comercio y Tecnología, Bruce Ralston, se notificó al gobierno de Alberta que ellos están solicitando formalmente una revisión de lo dispuesto en el el Acuerdo de Libre Comercio de Canadá (o CFTA por sus siglas en inglés) con respecto al embargo de Alberta sobre la venta de vino salido de sus cepas.
“Las acciones de Alberta amenazan el sustento de las familias que han trabajado muy duro para construir la industria del vino de clase mundial de B.C.,” dijo Ralston, y agregó que “Estas acciones no tienen consistencia con las obligaciones que Alberta tiene bajo el CFTA, por lo que protegeremos nuestra reputación y los intereses de los ciudadanos de British Columbia”.
El ministro Ralston, además, dijo en una conferencia de prensa este lunes que la prohibición de Alberta es una “clara violación” de la CFTA, indicando que creen que esta disputa involucra preguntas a ser consideradas por todas las jurisdicciones del país, finalizando con el hecho que esto amenaza los negocios del vino, la industria, los negocios y los puestos de trabajo de B.C.
El proceso de reclamo presentado por esta provincia toma hasta 120 días en ser resuelto, y el ministro provincial no descarta ir a tribunales si esto no se zanja de una vez por todas.
Por otra parte el ministro de Desarrollo Económico y Comercio de Alberta, Deron Bilious, dijo que la respuesta de ellos es “una actitud razonable a un ataque irrisorio contra la economía canadiense”.
“El gobierno de British Columbia está apuntando directamente a los empleos y la seguridad económica de cientos de miles de canadienses -incluyendo a sus propias decenas de miles de ciudadanos – al amenazar con limitar qué puede y qué no puede pasar dentro de un oleoducto, lo cual es algo en lo que ellos no tienen la autoridad de hacer. Defenderemos nuestras acciones de manera enérgica en nombre de nuestros trabajadores”, dijo Bilious.