Por Inmaculada Tapia.
EFE/REPORTAJES
Navidad es una de las épocas en las que recibir en casa para una comida, cena o un aperitivo es más habitual. La mesa, además de la conversación, focaliza las miradas y los encuentros, una razón por la que adornarla puede marcar la diferencia.
MANTELERÍA.
La directora creativa de “muymucho”, A udrey Quiles, considera que la mejor opción en los textiles es optar por los lisos, para que vajilla y cubertería no pierdan protagonismo.
“Los tonos neutros o azules con un poco de brillo sobre la misma tela, son una excelente elección”, explica, aunque indica que, si lo que pretendes es lucir la mesa, los caminos de mesa son una buena alternativa.
En el caso de que queramos dar un toque más informal al encuentro, incluso si decidimos una cena estilo bufé en lugar de la formalidad de estar sentados, Quiles apuesta por mezclar una vajilla con diferentes diseños, pero con un punto en común como puede ser el color o la forma.
“Siempre se puede unificar utilizando bajo platos idénticos o personalizando cada elemento con el nombre del comensal”, concluye.
ARRIESGA Y ACERTARÁS.
Luisa Fernanda Cabeza, especialista en menaje e interiorista, de Gunni&Trentino es de la misma opinión y lanza su máxima “arriesga y acertarás: mezclar texturas, colores y materiales en nuestra mesa es la tendencia estrella. Lejos quedó la idea de que combinar plata y oro es un sacrilegio, o que una vajilla en tono berenjena no es propio de las fechas navideñas. Elegir una vajilla en colores como el azul o el rosa será un acierto y dejarán a los invitados con la boca abierta”.
Propone una mesa alejada de lo tradicional con vajillas de Bernardeau, Coquette, Hering Berlin, y cristal de Spiegelau o de Montbronn, con orfebrería de Christofle y Belo.
Donde no conviene arriesgar es con velas o candelabros que, aunque aportan una atmósfera atractiva, debemos tener en cuenta que no contengan aromas si están cerca de la comida “porque llegaría a desvirtuar el sabor de los alimentos”, advierte la experta.
La interiorista invita a combinar portavelas y velas de distinta altura y tamaño para “dar un toque desenfadado a la mesa”.
Los centros de mesa con flores no deben ser, ni muy grandes ni muy pequeños; ni con mucha fragancia por la misma razón: no interferir en los aromas del menú.
Una de las cuestiones que plantea para tener en cuenta es fijar el menú según los utensilios y vajilla que se dispongan, para que luzcan de manera especial.
ELEGANCIA EN LA MESA.
Mercedes Peralta y Mercedes Valdenebro, creadoras de Las2Mercedes, apuestan por una mesa elegante basada en las vajillas de la firma portuguesa de porcelana Vista Alegre.
Una apuesta definitiva también por la mezcla en platos y cristalería donde “el color dorado es el hilo conductor”, con piezas de las colecciones Domo Gold, Caillouté, Chasing Stars, Gold Exotic, Anna, y Paseo que complementa con piezas de cristalería de la firma.
Las interioristas utilizaron a modo de floreros algunas piezas de la cristalería ofreciendo así un segundo uso a los elementos que colocan sobre un delicado mantel de tafetán, sobre el que también colocan velas.
“En Navidad, queremos sacar lo mejor que tenemos. Por eso hemos optado por el oro como elemento básico, huyendo de los tradicionales tonos rojos y verdes asociados a esta época. Hemos combinado distintas vajillas de Vista Alegre, que hemos conjugado con elementos de invierno, como el membrillo, flores y hojas, así como con limones, dándole un aire espectacular a la mesa”, indican las decoradoras.
Hasta en las mesas más sencillas presentadas por La Redoute o Habitat, en la cubertería, en el filo de los platos y en los vasos se cuela el dorado como estrella, un clásico que nunca pasa de moda.