Claudia Palacio*
Hace algunos meses el fraude organizado por una persona en British Columbia para ayudar a mantener la residencia permanente en Canadá a personas que no cumplían con los tiempos requeridos fue desenmascarado por las autoridades canadienses. Esto no solo llevó a la cárcel a quien se prestó para facilitar el fraude sino a deportación a 81 personas y procesos de remoción pendientes a 160 más por haber mentido en sus aplicaciones de extensión de tarjetas de residencia.
Hace un par de meses un asesor legal que ayudó a cientos de sus clientes a obtener permisos de estudio para que pudieran trabajar medio tiempo, pero quienes nunca estudiaron realmente, fue denunciado y se encuentra en este momento en etapa de sentencia.
Hace pocos días Prince Edward Island canceló la Categoría de Empresarios dentro de su programa de Nominación provincial después de descubrir que 462 solicitantes de nominación bajo esta categoría usaron la misma dirección de residencia en la Isla y que 177 nominados provinciales que deberían haber abierto sus empresas en la Isla no reclamaron el depósito de garantía (del que podrían haber solicitado reembolso si hubieran cumplido con el acuerdo de apertura de sus empresas).
Hay muy pocas cosas que Inmigración Canadá sancione más fuertemente que la mentira. Omitir información o entregar información falsa al ministerio de Inmigración de Canadá tiene una sanción de 5 años dentro de los cuales no se puede solicitar ningún tipo de visa a Canadá y una marca de por vida que aun pasando los 5 años de sanción va a ser tenida en cuenta en solicitudes subsecuentes.
Durante los últimos años hemos visto en las noticias que se descubren fraudes contra el sistema de Inmigración a Canadá, hemos visto como quienes se prestan para ayudar a cometer ese fraude son sancionados por la ley y hemos empezado a ver como quienes cometieron el fraude (los candidatos) empiezan a ser penalizados también, este es el caso de los que trataron de renovar sus residencias permanentes en British Columbia presentado documentación falsa que ayudara a probar que habían estado físicamente presentes en Canadá por el tiempo requerido. Pero lo que parece olvidarse rápidamente es el tiempo que invirtieron las autoridades en la investigación. El hecho de que no haya pasado nada hoy, no significa que no vaya a pasar mañana. La residencia permanente y aun la ciudadanía son revocables si inmigración puede probar que el portador la obtuvo apoyado en un fraude.
Con el cierre del programa de Empresarios de Prince Edward Island una vez queda demostrado que las autoridades Canadienses se toman su tiempo para investigar, que no salen corriendo a detener o deportar a quienes sospechan que han infringido la ley, pero que eventualmente toman cartas en el asunto. Ninguna de las 3 investigaciones de las que hable anteriormente fueron llevadas a cabo en cuestión de días, todas se tardaron meses, incluso años. Hasta ahora solo se ha hecho público que la de British Columbia ha traído repercusiones para los candidatos, lo que falta ver es de los otros dos casos que clientes se encuentran en investigación y cuando empezaran a ejecutarse las sanciones que se les impongan.
Hay varios programas de inmigración que tienen condiciones implícitas, hay otros en los que las regulaciones o guías de Inmigración son claras en las condiciones que deben cumplir los portadores del estatus conferido bajo ellos; pero muchas veces, basados en las “experiencias de amigos o conocidos” o incluso en un consejo legal, los portadores de estatus deciden ignorarlas; pero el hecho de que esto no tenga consecuencias inmediatas no quiere decir que en el futuro no las van a tener. De esto es prueba la deportación de los residentes permanentes que mintieron en sus aplicaciones en British Columbia.
Uno de los ejemplos más claros de condiciones son las nominaciones provinciales. Al ser nominado por una provincia, se firma un documento en el que se declara la intención de residir en esa provincia específica. Son muchas las personas que han obtenido la residencia a través de Quebec, por ejemplo, y que nunca han vivido realmente en esa provincia, simplemente arribaron en Toronto o Vancouver y allí se quedaron. Es absolutamente discrecional del oficial de Inmigración o ciudadanía que revisa la solicitud de extensión de tarjeta de residencia o de ciudadanía revisar bajo que programa obtuvo el candidato la residencia y “pedir cuentas” del cumplimiento de intención de radicación en esta provincia.
Otro de los ejemplos es el permiso de trabajo de medio tiempo que se les da a los estudiantes internacionales. Cuando un estudiante internacional no termina su programa a tiempo es necesario solicitar una extensión para que él/ella puedan completar las materias que les faltan. Es común que inmigración pida que se envíen las notas (transcripts) de los cursos tomados. Cuando el alumno ha perdido más materias de las que ha ganado, es posible que su permiso de estudio no sea extendido. La condición de que el estudiante internacional sea un buen estudiante no aparece en ninguna parte en la ley, pero hace varios años un caso peleado en la Corte Federal dejo claro que el estudiante tiene que realmente estudiar y cumplir con sus obligaciones escolares para que inmigración Canadá le permita continuar en el país, de lo contrario se entiende que está “estudiando” únicamente para tener el beneficio de trabajar legalmente.
Pelear casos en los que se han incumplido condiciones y mantener el estatus es posible, ganar casos en los que se le ha mentido a Inmigración es mucho más complicado pero pueden pelearse, la pregunta es a que costo emocional y económico.
Conocer y respetar las condiciones de los programas facilita enormemente los procesos migratorios y evita complicaciones a futuro y con la variedad de programas disponibles para obtener la residencia y la flexibilidad para mantenerla no hay razón para que haya que recurrir a omisión de información o fraude para alcanzar el objetivo de ser residente y posteriormente ciudadano canadiense, es solo cuestión de evaluar detenidamente los objetivos de los candidatos y compararlos con los perfiles que las provincias o el país está buscando y usar el programa que se ajuste a ellos.
Claudia Palacio., RCIC
ICCRC R 416911
*Claudia Palacio es Consultora de Inmigración Certificada y colaboradora de este semanario. Pueden dirigir sus preguntas a [email protected]