Por Raúl A. Pinto
La quinta película de la saga “Scream” ha sido estrenada este mes, y debemos agradecer a todas las fuerzas creativas que, afortunadamente, nos trajeron un producto disfrutable.
Si usted ha seguido la saga iniciada en 1995, dirigida por Wes Craven, sabrá que el universo de personajes perseguidos por “Ghostface” en diferentes formas y situaciones se ríen constantemente de las convenciones de las películas de terror de todos los tiempos, al mismo tiempo que estos mismos personajes terminan cayendo (literalmente) por cada una de dichas trampas a manos del asesino en serie.
Después de 27 años, el grupo afectado por el asesino intenta mantener su sanidad mental en diferentes maneras. Pero no toma mucho tiempo hasta que Gale Weathers (Courteney Cox), Dewey Riley (David Arquette), y Sidney Prescott (Neve Campbell) terminan ayudando a un grupo de adolescentes siendo atacados por una nueva encarnación del asesino de capucha y máscara, que curiosamente, sigue manteniendo la misma voz.
En tiempos donde todos los estudios están produciendo remakes basados en la nostalgia, “Scream” 5 no se queda atrás, demostrando que las parodias de las parodias de las parodias pueden seguir funcionando si se les dedica el tiempo suficiente a trabajar en los guiones. Aunque el legendario Wes Craven ya no se encuentra entre nosotros, los jóvenes, pero experimentados directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, quienes han declarado que decidieron ser cineastas inspirados por Craven mismo, saben manejar muy bien el homenaje, el reciclaje de historias e ideas frescas. Disponible en salas, siguiendo las regulaciones por covid-19.