Por Raúl A. Pinto
” – ¿Tres años y medio en la cárcel, o veinticinco en el banco?”
La intrincada comedia dramática de robos/atracos/planes Los Delincuentes, fue estrenada en Canadá durante el Festival de Cine de Toronto, pero ya venía con buenas críticas desde su primer visionado en Cannes. Este fin de semana ha llegado a las salas, y más le vale ir a verla, antes de la estadía final de esta fantástica película en la plataforma MUBI.
Dirigida por Rodrigo Moreno, y elegida como la candidata argentina a la edición 96ª de los Oscars, la cinta sigue a Morán (Daniel Elías), un empleado de banco en Buenos Aires con altos principios éticos, quien decide robar el dinero que le correspondería como trabajador por el resto de su vida a él y un colega cómplice, 650,000 dólares. El plan es, entonces, que él se entregue a la policía inmediatamente, no sin antes proponerle a su taciturno compañero de trabajo, Román (Esteban Bigliardi) que resguarde el dinero mientras él está en prisión. Solo será un poco más de tres años, al final de cuentas. No toma mucho tiempo en las tres horas de metraje, para ver el robo finalizado; la preparación, algo tan típico en historias de robos, termina muy pronto, porque Morán ha trabajado en el banco por tanto tiempo, que sacar el dinero es una tarea facilísima para él. ¿Qué más hay para contar? Moreno dice que bastante, señoras y señores. Porque por supuesto, la situación se complica para ambos, trabajadores cansados del sistema que solo buscan vivir en paz con el dinero que les corresponde, sin contar con el obstáculo más difícil de todos: ellos mismos.
La falta de ambición en el plan causa una extraña empatía en los protagonistas, pero también cierta perturbación, cuando el “forrarse en plata”, el llegar al pináculo del capitalismo, no es parte de la idea. Después de todo, Morán podría perfectamente llevarse todo el dinero que quisiera. Y cuando el tema del dinero no es “EL” tema, es admirable el enfoque del director en todo lo demás que podría fallar.
Porque como muchas buenas películas, aquí vemos una variedad de géneros entrelazándose en un delicioso crescendo: comedia, drama, romance, drama carcelario, bastante cine negro y mucho, mucho cine independiente estadounidense y europeo. Entre todos estos géneros, la lectura política de la sociedad argentina actual es inescapable.
Las locuras que Moreno aplica acá dan gusto y engordan la riqueza de la historia. Hay actores encarnando dos papeles, hay pantallas divididas con historias paralelas, hay una canción dando vueltas (“Yo creo que nunca, la hemos pasado tan maaal”), pero todos estos clásicos recursos narrativos nunca hacen perder la tensión y el desgarro de sus personajes.
Muy originales, y testimoniales, son también los créditos finales, divididos en las cuatro etapas que tomó hacer el film, entre el 2018 y el 2022, donde la producción sufrió de múltiples cambios en el equipo técnico. Se nota que terminar “Los Delincuentes” no fue una tarea fácil, pero, de todas formas, bendito sea este Frankenstein cinematográfico que Moreno ha hilvanado de forma perfecta. Porque “Los Delincuentes” es casi perfecto. Disponible en salas.