Por Raúl A. Pinto
La cinta animada “Kung Fu Panda 4″ trae de regreso la exitosa franquicia con el bonachón Po, ya establecido como oso-panda-Guerrero-Dragón, quien enfrenta, por supuesto, otra aventura. Dirigida por Mike Mitchell y co-dirigida por Stephanie Ma Stine, la película lleva al úrsido en un viaje de autodescubrimiento aún mayor que en las películas anteriores, buscando ahora luchar con la idea de superar su propio legado.
Po, se ve obligado a elegir a su sucesor como el nuevo Guerrero Dragón, y tras algunos titubeos, no le queda otra que salir de su pueblo a emprender su meta, encontrándose en el camino con la astuta ladrona de zorros Zhen, con quien, en algún punto, debe ir a derrotar a la villana Camaleón. Exacto, otra persona mala que desea tener todos los poderes del mundo para ella sola.
El punto más destacado del film es la capacidad para inyectar (buen) humor y emoción a una trama bastante convencional y predecible. Usando situaciones hilarantes, como la visita de Po a una taberna de mala muerte, pasando por la impresionante persecución por la nueva ciudad y la excelente lucha que toma lugar en el tercer acto, cada momento se siente cuidadosamente elaborado y trabajado por el equipo Dreamworks Animation para entregar lo que al final es un buen producto. El mencionado tercer acto, en el escondite de Camaleón, es particularmente notable, con gráficos extraordinarios, al servicio de la posibilidad que antiguos villanos hagan una aparición sorpresa, a-la-Spiderman.
Es que visualmente, “Kung Fu Panda 4” brilla, usando lo que parecen ser los recursos tecnológicos más actualizados de la industria. Lo mejor es que la historia es lo suficientemente solida para que los efectos se disfruten con ganas, donde una cosa no opaca a la otra. Destacamos tambien la gran labor de la co-directora, Stephanie Ma Stine, quien mantiene la inspiración de la cultura china de la película, sin reparar en mostrar la belleza del país oriental a través de paisajes inspirados en dicha nación.
El elenco de voces es de alta calidad, con Jack Black, una vez más, llevando la película en sus hombros como Po, y Omar Chaparro en la versión latina, igualmente excelente. Viola Davis no se queda atrás como la villana Camaleón, la cual asusta de verdad, mientras que Awkwafina aporta profundidad y frescura a Zhen, la astuta ladrona. Cada actor contribuye al encanto y carisma de la película, haciendo que los personajes sean memorables y entrañables, una vez más. No nos olvidemos que James Wong, Dustin Hoffman, Ke Huy Quan y Bryan Cranston también están ahí y hacen lo suyo formidablemente, como siempre.
DeamWorks Animation ha puesto claramente el esfuerzo para que “Kung Fu Panda 4” sea un éxito, y se nota. Puede que no sea una obra maestra revolucionaria, pero es una sólida pieza de entretenimiento que será amada por los niños durante años, como un testimonio de la dedicación del estudio para ofrecer entretenimiento de calidad. Aunque la pregunta de si habrá otra entrega sigue siendo incierta, “Kung Fu Panda 4” demuestra ser una adición digna a la franquicia. Disponible en salas.