Por Raúl A. Pinto
Después de haber ganado el Premio del Público en el TIFF 2022, llega a las salas en gloria y majestad una de las mejores películas del año, “The Fabelmans”, dirigida por el ya oficialmente legendario Steven Spielberg.
En conversación con la prensa durante el Festival, el director estadounidense comentó sobre el porqué había decidido presentar un film en un certamen como éste por primera vez. La respuesta de Spielberg fue que buscaba “mostrar una historia sobre cine a los amantes del cine”.
Ante todo, “The Fabelmans” es una autobiografía del director, con la historia semi-verídica de cómo en los años 50s sus padres -él un experto en computadores y ella pianista – sobrellevaron un matrimonio difícil, marcado por cambios de vivienda, salud mental, personalidades opuestas, y tres hijos, a quienes criaron con similares cantidades de amor y abuso emocional, además de un affair de la madre en las narices del padre.
De los tres hijos (dos mujeres y un hombre) el mayor es Sam, quien desde muy pequeño queda marcado por el cine, comenzando por el día que sus padres lo llevan a ver “El Mayor Espectáculo del Mundo”, de Cecil B. DeMille. De forma paulatina y apasionada, Sam usará su hobby para servir a la comunidad, aprender, y posteriormente encontrar sentido a la vida.
El guión de Tony Kushner es perfecto, sutil, con muchísimos diálogos y también secuencias largas y silenciosas, especialmente aquella de Sam descubriendo secretos familiares mientras edita la filmación del campamento al que la familia va de vacaciones. Elogios aparte merecen las secuencias del joven protagonista intentando filmar ambiciosos cortos y largometrajes con sus amigos, con efectos visuales muy creativos y actores con poca experiencia y muchas ganas de hacer algo bueno.
La fotografía de Janusz Kaminski se acerca bastante a la belleza del technicolor en el cine de los 50’s, y la banda sonora de John Williams es tan magnánima y preciosa como siempre.
En el apartado de actuaciones, los actores “viejos” brillan. Michelle Williams, Paul Dano, Judd Hirsch, Seth Rogen y, óigame bien, DAVID LYNCH, marcan la pauta, mientras que los menores, entre ellos el excelente protagonista, Gabriel LaBelle, son una contraparte que calza justo y preciso en el elenco de grandes.
Los últimos diez minutos de la película son igual de memorables que los primeros diez minutos de “Up”, y además de volver locos a todos los cinéfilos que la vean, se convertirá en un drama familiar para la historia. Disponible en salas.
Quien lo diría, pero “Enola Holmes 2”, secuela de la película de Netflix del 2020, dejó su predecesora casi como una anécdota: el trio de la película original, Harry Bradbeer dirigiendo, Jack Thorne en el guion, y Millie Bobby Brown en el papel principal, pusieron un esfuerzo notable para lograr una historia disfrutable e impactante. Esta es una de esas cintas que Netflix debió haber puesto en una sala de cine, de esas grandotas, con sonido hasta por el suelo y miles de personas en el público.
Luego de haber resuelto un caso que involucraba desde dramas familiares hasta corrupción en el parlamento británico, la hermana menor de Sherlock Holmes (y de Mycroft, que no está presente ni por mención en esta secuela, aparentemente por problemas de tiempo del actor Sam Claffin para interpretarlo), abre su agencia de detectives, y descubre que la vida de los emprendedores requiere de paciencia. Cuando ya se siente con ganas de cerrar el boliche, aparece la pequeña Bessie, sin dinero ni recurso alguno, intentando ubicar a su hermana Sarah, quien no ha aparecido por casa en varios días.
Reuniendo hechos históricos con la ficción, la película tiene un misterio difícil de descifrar, lo cual hoy, ante la enorme cantidad de material mediocre disponible, se agradece con el alma. Mención aparte merece el buen manejo de temas que como secuela pudieron haber quedado en el olvido. Las intervenciones de la contraparte romántica de Enola, el Lord de Tewkesbury, y de su madre, Eudoria, están muy bien establecidas, dejando muy en claro que la protagonista no esta sola, a pesar que Tewkesbury no tiene tiempo para nada más que estresarse por su trabajo en el parlamento, y que la matriarca Holmes esté siendo perseguida por ser una líder de la causa sufragista.
Gran trabajo de Millie Bobby Brown, quien aquí se consagra como la gran actriz que es, además de Henry Cavill, quien no necesita mostrar abdominales para pasarla genial haciendo roles como éste, de Helena Bonham Carter, quien podría tener su propio spin-off, además de muy buenos secundarios, especialmente Hanna Dodd y Louis Patridge.
“Enola Holmes” es una comedia, del subgénero del misterio y la investigación, una película familiar, y también una historia muy política. Y muy bien hecha. Dan ganas que en vez de una película así cada dos años mejor hicieran una serie de nueve temporadas con treinta episodios cada una. Disponible en Netflix.