Por Raul A. Pinto
Dos series que valen la pena, con dos protagonistas encantadores son las recomendadas de esta semana
Ted Lasso logró un impresionante récord de 20 nominaciones al Emmy este año, incluyendo -atentos a esto- siete por sus actuaciones. Si no conoce esta excelente comedia se la resumo: un entrenador de futbol americano, junto con su fiel amigo y compañero de trabajo de años acepta una oferta para entrenar un equipo de futbol verdadero en Inglaterra, específicamente el AFC Richmond. Este equipo de la Premier League se encuentra al borde del colapso, no solo por estar a punto de bajar a segunda división, sino también por el reciente divorcio del ex dueño del club con la actual dueña del club tras escándalos ventilados ampliamente por la prensa británica.
Ted Lasso es una comedia preparada con meticulosidad, tanto en sus chistes verbales como en los físicos, y salta de cliché en cliché de forma perfecta, usando el tema central de choques culturales como la herramienta primordial, pero sin repetirla o sacarla a la luz hasta la saciedad. Es refrescante que Lasso no sólo sea un entrenador venido desde Gringolandia: estamos ante un ser humano muy especial, con tantas capas y complejidades que no sorprendería que fuese un extraño incluso para sus coterráneos de su amada Kansas natal. Esto no solo se debe al gran Jason Sudeikis, quien viene mejorando su juego cada vez que ha aparecido en pantalla en los últimos veinte años, sino también a uno de mis héroes de la televisión, Bill Lawrence, un experto en dar vida hasta los personajes mas breves. Lawrence ha sido parte esencial de grandiosos shows como “Spin City”, “Scrubs” y “Cougar Town”, que sostenían el peso de la historia casi completamente en sus actores. Lo mismo pasa en Ted Lasso, donde sus secundarios de lujo son dejados en libertad para chutear el balón y usar sus propios trucos como le plazcan. Todos tienen un lugar para desarrollarse, todos tienen el potencial de mostrar lo mejor de si, y todos los hacen. Disponible en Apple TV+.
La segunda temporada (o segunda parte, como les gusta decir a veces a los muchachos en Netflix) de “Lupin” sigue al habilidoso ladrón por los alrededores de Francia, cuando su hijo Raoul ha sido secuestrado por el odiado Hubert Pellegrini (guau! guau!). Assane, verdadero nombre del fan de los libros de Maurice Leblanc, tiene su vida pendiendo de un hilo a pesar de su intensa preparación para escapar de la policía cada vez que se lo propone. Su ex esposa, su amor platonico de adolescencia, Juliette (a la sazón, hija del malo), su hijo, su mejor amigo, y sus lugares secretos se mantienen en riesgo continuo, dejándolo vulnerable en todo momento. “Lupin” es una serie entretenida y encantadora, con un protagonista perfecto en Omar Sy. Si usted, igual que yo, repite las líneas de cada dialogo para ver si el francés le salió igual de bonito que a los actores de esta serie, usted la esta disfrutando igual que yo. Disponible en Netflix.