Por Raúl A. Pinto
La precuela de las excelentes cintas de John Krasinski, A Quiet Place: Day One, expande el universo de la invasión alienígena que destruyó el mundo, llevándonos al primer ataque en la Gran Manzana. Dirigida y escrita por Michael Sarnoski, la cinta profundiza en el caos inicial a gran escala de forma espectacular.

Tras la caída y el ataque de las criaturas sensibles al sonido en Nueva York, Sam (Lupita Nyong’o), una mujer con cáncer terminal, se encuentra tan confundida como los demás sobrevivientes y sufre además el dolor de su enfermedad sin acceso a medicamentos. Pronto es rescatada por una misión a cargo de Henri (Djimon Hounsou), quien ya aparecía en la entrega anterior, mientras el ejército estadounidense intenta, con las evidentes dificultades, evacuar a quienes quedaron atrapados en la ciudad. Sam, quien deambula con su gato Frodo, pronto encuentra al taciturno Eric (Joseph Quinn), un estudiante irlandés de derecho que está en las antípodas del Liam Neeson de Taken: su set de habilidades es prácticamente nulo, pero al menos acierta en que mantenerse junto a Sam es su mejor opción.

Tras haber llamado la atención con la notable Pig, el escritor y director Sarnoski enfatiza con maestría la fragilidad de la supervivencia humana ante una amenaza invisible pero omnipresente. Captura perfectamente el espíritu de las primeras entregas y brinda a Nyong’o, Hounsou y Quinn la oportunidad de brillar en sus roles.
Los efectos de sonido siguen siendo una parte crucial de la narrativa y, aunque no cuenta con el equipo nominado al Óscar que trabajó con Krasinski en las películas anteriores, el diseño sonoro funciona a la perfección. La sensación de claustrofobia persiste incluso en los espacios abiertos, y la atención al detalle de Sarnoski logra que la gran ciudad no ahogue la historia. A Quiet Place: Day One es una precuela, pero se sostiene por sí sola como un thriller de horror contundente, explorando con profundidad los temas de supervivencia, miedo y el espíritu humano indomable. Disponible en salas.

Siempre he dicho lo mismo sobre las secuelas, y lo repito una vez más: mientras los Minions sigan haciéndonos reír, déjenlos en paz. Despicable Me 4, conocida en Latinoamérica como Mi villano favorito 4, es una encantadora adición a la querida franquicia, ofreciendo la mezcla característica de humor y emoción que los fanáticos esperamos.
La película nos trae de regreso a Gru (Steve Carell), ahora equilibrando su rol como agente de la Liga Anti-Villanos con la paternidad. A las adorables niñas que adoptó tres películas atrás, se suma su hijo biológico con Lucy (Kristen Wiig). Sin embargo, su vida se ve alterada por la llegada de un nuevo y amenazante adversario, Maxime Le Mal (Will Ferrell), acompañado de su novia Valentina (Sofía Vergara).

Para variar un poco la fórmula, el trabajo de Gru con “los buenos” lo obliga a proteger a su familia de Maxime, llevándolos al sistema de protección de testigos. Esto da pie a situaciones hilarantes, que continúan explorando la sensación de ser un bicho raro que siempre ha acompañado a Gru, debido a su crianza como villano. En algún momento, él mismo desea permanecer como “Chet Cunningham” y llevar una vida tranquila, pero sus instintos de antihéroe terminan imponiéndose. Además, su hijo Gru Jr., con un parecido innegable a Jack-Jack de Los Increíbles, aporta momentos divertidos.
En Mi villano favorito 4 no se rompen moldes ni se reescribe la historia del cine; simplemente se combinan —con éxito— elementos familiares que la hacen lo suficientemente atractiva para niños y adultos. Su ritmo enérgico es un acierto, al igual que la música de Heitor Pereira y las pegajosas canciones de Pharrell Williams (¡Double Life es un temazo!).

El director Chris Renaud y el debutante Patrick Delage saben que la franquicia ya no puede presentarse con la misma frescura que las primeras entregas, por lo que optan por incluir una serie de gags de los Minions y reducir la trama a lo esencial. Y eso está bien. Si Illumination tiene los recursos para producir una película que bien podría haber sido una serie de televisión, y si el público sigue disfrutando de este universo, la misión sigue cumpliéndose. Disponible en salas.