Rodrigo Díaz M.
Durante una nueva búsqueda de tumbas sin nombre en el emplazamiento de un antiguo internado del norte de Ontario se han descubierto 171 “enterramientos plausibles”, según informó la Nación Wauzhushk Onigum.
La mayoría de los restos humanos no estaban marcados, excepto cinco que sí lo estaban, según informó la Primera Nación en un comunicado de prensa.
Se esperaba que los ministros federales y provinciales se reunieran con la Primera Nación para hablar, entre otras cosas, de los recursos necesarios para continuar la investigación.
“Tanto Canadá como Ontario han seguido expresando su compromiso con la reconciliación, la verdad y la recuperación de nuestras comunidades”, declaró el jefe Chris Skead en el comunicado.
“Encontrar la verdad y ejercer cautela sobre todo lo que toca este legado genocida tiene un precio y es un precio que nuestros socios del Tratado deben estar dispuestos a pagar. Esa es la verdadera reconciliación”.
Según los registros facilitados por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, al menos 36 niños murieron en el Internado St. Mary de Kenora (Ontario), declaró la Primera Nación. “Basándonos en conversaciones con supervivientes y en sus testimonios, se cree que la cifra real es significativamente mayor”.
Entre 1897 y 1972, más de seis mil niños indígenas asistieron a esta institución católica.
Los restos humanos enterrados se descubrieron durante los estudios realizados por el equipo técnico, arqueológico y de radar de penetración terrestre de la Primera Nación, y se basaron en los testimonios de los supervivientes.
Estos estudios se iniciaron en mayo como parte de un proyecto plurianual destinado a localizar tumbas sin identificar.
La Nación Wauzhushk Onigum busca ahora recursos para obtener una mayor certeza sobre el número de tumbas sin nombre en los terrenos del cementerio vinculados a la antigua escuela y para realizar investigaciones en los lugares cercanos a ella.
Según la Primera Nación, los testimonios de los supervivientes, la evaluación arqueológica y las investigaciones de archivo han permitido identificar otros lugares que no están cubiertos por la búsqueda actual y que incluyen terrenos que ahora son de propiedad privada.
El ministro de asuntos indígenas de Ontario, Greg Rickford, dijo que comunicó su pleno apoyo a Skead al enterarse de este asunto.
“Mientras continuamos descubriendo la verdad de nuestro pasado colectivo en el camino hacia la reconciliación, seguiremos apoyando estas investigaciones y apoyaremos la curación de los supervivientes, sus familias y los miembros de la comunidad que sufren de salud mental y adicciones debido al trauma intergeneracional y los daños infligidos por el sistema de internados indios”, dijo en un comunicado.
Según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, más de 150 mil niños indígenas fueron separados por la fuerza de sus familias y comunidades y enviados a internados eclesiásticos a partir del siglo XIX, elemento central de una política respaldada por el Estado que equivalió a un genocidio cultural.
En octubre, la Cámara de los Comunes aprobó por unanimidad una moción que instaba al gobierno federal a reconocer lo ocurrido en los internados o escuelas residenciales como genocidio.