Rodrigo Díaz M.
Los daños asegurados causados por fenómenos meteorológicos graves alcanzaron los 3.1 billones de dólares en Canadá el año pasado, lo que convierte a 2022 en el tercer peor año en cuanto a pérdidas aseguradas de la historia del país, según la Oficina de Seguros de Canadá (IBC).
Entre las catástrofes meteorológicas extremas, la devastadora tormenta derecho en Ontario y Quebec las ocurridas durante el pasado mes de mayo del 2022 resultaron ser las más devastadoras, causando cerca de un billón de dólares en daños.
Los siguientes sucesos más caros fueron el huracán Fiona, que costó 800 millones de dólares, y las tormentas de verano en el oeste de Canadá, que costaron 300 millones.
En el 2021, las inclemencias meteorológicas causaron en Canadá un total de 2.1 billones de dólares en daños asegurados.
Craig Stewart, vicepresidente de Cambio Climático y Asuntos Federales del IBC, afirmó en el informe que el gobierno canadiense ha prestado “demasiada poca atención” a la aplicación de su política climática.
“Canadá es cada vez más un lugar más arriesgado para vivir, trabajar y asegurarse”, dijo Stewart, y añadió que el gobierno federal tiene que liderar la finalización de una Estrategia Nacional de Adaptación y “financiar audazmente tanto las infraestructuras a nivel comunitario como las adaptaciones a nivel de propiedad que aumenten la resiliencia a inundaciones, tormentas de viento, eventos de calor e incendios forestales”.
En noviembre de 2022, el gobierno federal anunció 1.6 billones de dólares en compromisos de financiación federal para mejorar la resiliencia climática de Canadá, incluidos proyectos como la mejora de las infraestructuras públicas.
“IBC continúa discutiendo en profundidad con los gobiernos federal y provinciales sobre las formas de mejorar la resiliencia de las comunidades y gestionar mejor los costos de las inundaciones para las propiedades residenciales de alto riesgo en Canadá”, dice el informe.
El informe también menciona el ciclón bomba que azotó el este de Canadá durante las vacaciones de invierno del 2022, causando daños por valor de 180 millones de dólares. Otros sucesos son la tormenta invernal en British Columbia en diciembre del 2022, y las inundaciones de Manitoba y el noroeste de Ontario en abril, que costaron 80 y 60 millones de dólares respectivamente.
En el informe, Stewart también advertía sobre el encarecimiento de los seguros de propiedad en los próximos días.
“En concreto, estamos observando los primeros indicios de que el seguro de daños puede volverse menos asequible o incluso inexistente a medida que las reaseguradoras mundiales retiren su capacidad de los países de mayor riesgo”, afirmó Stewart.
“Ahora es el momento de que las aseguradoras canadienses y los gobiernos se asocien en un Programa Nacional de Seguros contra Inundaciones para garantizar que los propietarios de viviendas canadienses sigan siendo financieramente resistentes frente a este creciente número y gravedad de los eventos”.