Denuncian que un congresista en Texas llamó a Inmigración para acabar una protesta

Según la bancada demócrata, liderada por los representantes estatales Rafael Anchía, Armando Walle y César Blanco, el representante republicano Matt Rinaldi dijo que estaba “contento” porque acababa de llamar a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para que desalojara y deportara “a esta gente”.
La jornada legislativa en Austin, la capital de Texas, fue interrumpida hoy por un grupo de manifestantes contra la ley estatal que prohíbe las “ciudades santuario”, que acudieron a la Cámara de Representantes.
“Hemos visto a manifestantes de todas clases sociales, desde madres e hijos, estudiantes y profesores, y lo único que estaban haciendo era ejercer el derecho constitucional que les da la primera enmienda”, dijo Anchía en conferencia de prensa.
“Quizás para otros, las personas que se congregaron para manifestarse son vistos como indocumentados, que estaban violando la ley y necesitaban ser deportados”, se lamentó Anchía.
El grupo de manifestantes inició cánticos con consignas en contra de la polémica ley SB4, ratificada recientemente por el gobernador estatal, Gregory Wayne Abbott.
La SB4 incluye una enmienda que permite a las autoridades locales cuestionar el estatus migratorio de cualquier persona detenida.
Según Blanco, el legislador Rinaldi, de origen italiano, defendió su posición al argumentar que la única diferencia entre su condición de inmigrante con los que estaban en la Cámara de Representantes era que él “sí amaba este país”.
“Asumir que los que protestaban no eran estadounidenses o que eran indocumentados, es una falta de respeto”, señaló Blanco en la misma conferencia.
Pero según destaca la publicación digital The Texas Tribune, Rinaldi dijo que llamó a ICE porque no tenía otra alternativa.
“Muchas personas portaban letreros con lemas como ‘soy ilegal y estoy aquí para quedarme’. Por eso llamamos a las autoridades migratorias para motivarlos a que se fueran”, señala la publicación.
Agrega además que Rinaldi asegura haber sido víctima de amenazas de muerte.