Claudia Palacio*
La constante detrás de tantos cambios es que Canadá necesita y seguirá necesitando nuevos inmigrantes para sostener su estándar de vida. Pero pasa saber cómo se puede llegar a ser uno de esos candidatos seleccionados, hay que entender el sistema, que por cierto ni cambia tanto como parece ni es tan complejo se cree.
Llevamos casi 7 meses del 2024 y no hay una sola semana que haya pasado sin que algo “haya cambiado” en los procesos migratorios, empezamos con cambios al programa de estudiantes internacionales, anuncio de cambios al programa de trabajadores extranjeros, suspensión de recepción de aplicaciones de nominación en Alberta, en Nova Scotia en Prince Edward Island en New Brunswick y en Yukón y ahora esperamos cambios al permiso de trabajo de postgraduados.
Cuando lo miramos desde los titulares o en el párrafo anterior, parecería que nada de lo que conocíamos sigue en pie y que el sistema migratorio de Canadá cambio completamente, cuando realmente pocas cosas han cambiado y lo que ha cambiado ha sido de forma más que de fondo.
Si analizamos los cambios de suspensión de recepción de aplicaciones de nominación, esto no es realmente un cambio, simplemente se llenó la cuota del programa y las cuotas no cambiaron, a menos que hubiera sido para subir el número de aplicaciones permitidas.
Cuando analizamos la propuesta de cambios al programa de trabajadores calificados, no es realmente un cambio es volver al espíritu del programa, suplir la necesidad de empleados de las compañías canadienses, pero sin poner el riesgo la estabilidad laboral de los residentes o ciudadanos. ¿Es un cambio? ¡Tampoco! Es solamente la reacción esperada después de haber estabilizado un mercado laboral donde el índice de desempleo llego a ser el mas bajo de los ultimo casi 60 años (4.9% durante la pandemia) pero que esta nuevamente por el orden del 6%.
Cuando miramos los cambios al programa de estudio, probablemente el más drástico de todos, y el único que representa, hasta ahora, un cambio real, lo que vemos es la intención del ministerio de Inmigración de poder cumplir con la promesa Canadiense. Contar con la posibilidad de aplicar los conocimientos adquiridos hace parte del programa de estudio desde hace anos cuando se implementó el Permiso de trabajo de postgraduados (PGWP) pero esto iba unido a una alta calidad de la educación impartida, que fue en gran medida lo que se perdió al darle entrada a este beneficio (porque no es un derecho) a los estudiantes de algunos Colleges cuyos estándares educativos no estaban a la altura esperada.
La restricción de PGWP para estudiantes de ciertos Colleges, la restricción del permiso de trabajo abierto de los acompañantes de estudiantes con un nivel de escolaridad por debajo de maestría y la imposición de la cuota de solicitudes de permiso de estudio que será procesada y aprobada puede ser vista o bien como una amenaza o bien como una oportunidad. Para aquellos que la quieran ver como una oportunidad las puertas de Canadá estarán abiertas ahora y en el futuro porque una inmigración temporal medida, preparada y bien distribuida hará que la consecución de trabajo (calificado idealmente) sea más sencilla – porque habrá menos competencia-, los cupos de residencia permanente bien sea a través de los programas federales, provinciales, rurales o pilotos, estarán más alineados con el numero de solicitantes; la disponibilidad de las compañías a darle soporte a sus empleados para extender permisos de trabajo o buscar la residencia será más amplia porque se darán cuenta que encontrar un buen coequipero no es fácil y retenerlo menos!, el asentamiento más sencillo porque la disponibilidad de vivienda y colegio para los hijos estará mas alineada con el numero de habitantes y por su puesto el ingreso mas acorde con el costo de vida, porque a menor oferta mayor precio (es lo que nos ensenan los economistas).
La transición no es fácil y no la será por los próximos 2 años para los 2.5 millones de personas que se encuentran en el país con permisos temporales y que buscan, en algunos casos desesperadamente, opciones para permanecer en el país; pero el proceso será mas sencillo y más viable para los que sean capaces de entender en que se basan los programas y como cumplir con los requisitos. Y la respuesta a esta pregunta es sencilla: “trabajo, soporte de una empresa y dominio del idioma”
Tener el trabajo, pero no cualquiera, sino en el que se tenga experiencia – o tiempo para adquirirla- y que además este en demanda en la provincia o ciudad donde se reside.
Tener el soporte de la empresa, pero no cualquiera, sino la que cuente con la facturación, numero de empelados o récord de cumplimiento de condiciones laborales que exija el programa de la provincia, la ciudad o el programa federal a través del que se vaya a manejar la solicitud.
Tener el dominio del idioma por lo menos al nivel mínimo que requiere el programa de residencia/nominación que se vaya a utilizar y de ser posible francés, por lo menos a nivel 5 para tener la opción de pedir un permiso de trabajo bajo el programa de movilidad francófona.
Y por ultimo poder combinar todo, experiencia, trabajo, idioma y soporte de la empresa para poder tener un camino claro, y quiero hacer énfasis en esto: “tener un camino claro” porque no todos los procesos son iguales, porque no todos los programas son iguales y sobre todo porque no hay dos perfiles, y los que hizo el hermano gemelo ayer puede que no aplique hoy.
Alguien dijo que la única forma de predecir el futuro es construyéndolo, y el futuro no lo pueden construir otros por nosotros. O lo hace cada uno de nosotros o nos sentamos a ver como los que aprendieron el juego construyen su futuro mientras nosotros los vemos triunfar y les celebramos su éxito! ¡Solo cuando aprendamos a jugar el juego, seremos nosotros los que celebremos!
Canadá sigue siendo una opción migratoria, y una de las mejores a nivel mundial, solo tenemos que detenernos un minuto a entender que se necesita para alcanzar el objetivo, el tiempo en el que el objetivo llegaba inesperadamente a nuestra puerta paso! ¡Ahora hay que buscarlo!
* Claudia Palacio es Consultora de Inmigración Regulada y miembro activo del College of immigration and Citizenship Consultants. A Claudia la pueden contactar a través de su correo [email protected]