Claudia Palacio
Sin duda la noticia de la semana pasada nos dejó a todos un poco sorprendidos por la drasticidad de las medidas, varias de ellas que, desde mi punto vista, llevaran a miles de candidatos a desistir de la idea de venir a estudiar a Canadá. Pero justamente de eso se trataba la medida, de desincentivar la llegada a Canadá como estudiante internacional.
Sin entrar a defender a nadie, ni tampoco condenar a nadie, sí creo que vale la pena rescatar de todo esto que los beneficiados, aunque por encima no lo parezca, son los futuros estudiantes internacionales en Canadá. El sistema había llegado a un punto insostenible donde conseguir trabajo ya no era fácil, conseguir vivienda mucho menos y donde la queja de la falta de diversidad y la calidad de la educación era una constante.
Quienes vienen a pagar miles de dólares por estudiar en Canadá y sueñan con ello obtener la residencia permanente tienen por lo menos el derecho a obtener una educación que justifique el costo, un título que en caso de que permanecer en Canadá no sea posible, les ayude a crecer profesionalmente a su regreso a país de origen y tener además posibilidades reales de alcanzar el sueño de ser residentes. Pero con 1 millón de estudiantes internacionales en el país y con solo 280 mil cupos de residencia para toda la categoría económica, el sueño no es más que eso. ¡Un sueño!
Las estadísticas reveladas por inmigración muestran que, en el 2023, solo 64,000 estudiantes hicieron el paso a residencia permanente. Aunque para muchos las cifras no cuadren porque parecen muy bajas, si consideramos que en promedio cada aplicación aporta 2.5 personas, eso significa que 64 mil estudiantes representan realmente 160 mil nuevos residentes de Canadá. Cuando sumamos las personas que aplicaron a la residencia teniendo un permiso de trabajo cerrado o de dependiente es fácil ver que dentro de la cuota de 280 mil nuevos residentes bajo la categoría económica caben apenas 64 mil estudiantes. ¿Y qué hacemos entonces con los otros 840 mil que estaban en el país con PGWP? ¿Darles las gracias por haber contribuido a la economía del país y enviarlos de regreso?
En la medida en que recibamos menos estudiantes, para estudiar en instituciones que les ofrezcan currículos más robustos, profesores con más experiencia y más conocimiento, departamentos de soporte con más recursos, los estudiantes podrán tener mejores herramientas académicas para enfrentarse al mercado laboral canadiense y conseguir que la compañía con la que trabajen les dé el soporte para la residencia. O, en su defecto, que pueden regresar a sus países con títulos de los que se sientan orgullosos y una hoja de vida que les abra puertas.
Desde mi punto de vista, aunque drásticas, las medidas valen la pena. Rescatable de todo esto es que quienes ya están en Canadá con sus permisos de estudio, y sus acompañantes con permisos de trabajo, no se verán afectados.
Los dos años que se tendremos por delante serán una etapa de ajuste, de aprendizaje a través de ensayo y error y de preparación para la nueva realidad del programa de estudiantes internacionales. Estos dos años de transición empezaron a correr ayer y las reglas de juegos serán las siguientes:
- 364 mil permisos de estudio máximo serán aprobados para el 2024. La cuota para el 2025 se evaluará al final de este año. Dentro de esta cuota no cuentan los aplicantes de maestrías, doctorados, elemental o secundaria.
- A cada provincia se le asignara una cuota y las provincias serán responsables de distribuir la cuota dentro de sus instituciones educativas
- Los únicos acompañantes que tendrán permiso de trabajo abierto serán los de los estudiantes de Maestrías, Doctorados y algunos programas de posgraduación.
- Habrá un paso adicional para las aplicaciones de permiso de estudio muy similar al Certificado de Aceptación de Quebec, donde cada provincia debe darle al candidato una carta de atestación antes de presentar la solicitud del permiso de estudio ante el Ministerio de inmigración Federal.
- A partir del 1 de septiembre, los estudiantes de programas que son dictados por instituciones privadas pero cuyo título es conferido por un college público no serán elegibles para PGWP
- Los estudiantes de maestrías y PhD recibirán 3 años de PGWP, independientemente de la duración del programa de estudio.
Detrás de cada obstáculo que se presenta siempre hay una oportunidad que se esconde, así que esta puede ser la oportunidad para retroceder un paso, replantear el sueño, trazar una estrategia y llegar a Canadá con pies firmes, preparados para sacarle el máximo provecho al esfuerzo enorme que se hace para ahorrar el dinero necesario, despedirse de los seres queridos, reinventarse profesionalmente y arrancar de nuevo, con la certeza de que el país que nos espera y la aventura que comenzamos es un sueño y no una pesadilla.
*Claudia Palacio es consultora de Inmigración regulada y miembro activo del College of Immigration and Citizenship Consultants. A Claudia la pueden contactar a través de su correo [email protected]