Canadá, como presidente del G7 en 2025, recibió a los líderes de Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, EE. UU. y la Unión Europea en Kananaskis, Alberta, para su cumbre anual.
Entre sus prioridades: estabilidad global, seguridad, energía y transición digital .
Salida anticipada de Trump:
El presidente estadounidense Donald Trump abandonó la cumbre un día antes, citando la escalada del conflicto entre Israel e Irán. Su partida se produjo tras la cena del lunes y canceló reuniones previstas con Ucrania, Australia y otros países invitados. Esta decisión tensó las dinámicas del G7 y dejó pendiente alcanzar un comunicado conjunto sobre Oriente Medio.
Unión dividida sobre Oriente Medio:
Mientras varios líderes insistieron en un mensaje conjunto para desescalar el conflicto Israel-Irán, Trump rechazó firmar el documento preliminar. El desequilibrio entre posturas refleja crecientes tensiones dentro del grupo.
Avances en comercio y alianzas:
En paralelo, EE. UU. y Reino Unido firmaron un acuerdo para reducir aranceles, incluyendo un marco de trabajo que se implementará en 30 días. Canadá y EE. UU. también se comprometieron a negociar un tratado similar en el mismo plazo.
Participación de socios invitados:
Líderes de India, Brasil, Sudáfrica, México, Corea del Sur y Ucrania participaron como invitados, brindando sus perspectivas. India, representada por Narendra Modi, destacó en sesiones de energía, tecnología e innovación.
¿Qué significa esto para el mundo y Canadá?
La salida anticipada de Trump resalta las divisiones del G7 ante temas globales.
Acuerdos EE. UU.–Reino Unido y EE. UU.–Canadá favorecen flujos comerciales.
Sin consenso, el conflicto Israel-Irán domina la agenda con futuros desafíos.
Visión global ampliada La participación de naciones invitadas refuerza el alcance de las decisiones.
Este encuentro, aunque complejo, marca el compromiso de Canadá por impulsar la cooperación global, un comercio más abierto y abordar crisis internacionales.











