POR DRA. NANCY ÁLVAREZ
Hemos sido criados en una cultura de telenovelas. Esto significa que tenemos una sola razón para casarnos o vivir con alguien en unión libre: estar enamorados. Tamaño disparate nos quieren vender. Siempre lo digo, pero parece que no se capta: para que el amor funcione, amarse no es suficiente. De hecho, existen muchas razones de peso para cortar con una pareja en el acto, si esta no pone coto a su conducta y busca ayuda profesional. ¿Cuándo debemos cortar con una pareja?
Definitivamente, cuando ya no la deseamos, cuando sentimos que le tenemos cariño (hasta a mi perro le tengo cariño), pero la pasión ya se fue; cuando yo crezco y el otro/a se queda atrás, cuando constantemente tenemos la sensación de no tener una relación justa ni de iguales. O sea, nos parece que somos la mamá del tipo, o tenemos que estarlo “rescatando” continuamente.
Cada día ocurren miles de situaciones que desequilibran la pareja, tales como enfermedad, pérdida del empleo, pérdidas de familiares o seres queridos, problemas familiares… Pero la pareja tiene que luchar por salir de ahí y recuperar la relación de iguales. Por eso, una de las primeras razones para dejar una relación amorosa es que tu compañero tenga una disfunción sexual y se niegue a buscar ayuda profesional.
Mucha gente se queda ahí por miedo, por los hijos, por el dinero, por lo que piensen los demás… Las consecuencias son fatales. Lo único que no podemos recobrar en la vida es el tiempo perdido, y nadie sale ganando en esa situación.
No ganan los hijos, porque aprenden que “eso” es el matrimonio o la relación de pareja, y lo repiten. No gana usted, porque se traiciono a sí mismo/a y vivió amargado/a, resentido/a. Quien no es feliz, no puede dar felicidad. No gana la pareja, porque cuando estamos siempre en situación de desventaja, terminamos sintiéndonos poca cosa, deprimidos y enfermos.
Así que, toda relación que no funciona debe revisarse. Se debe buscar ayuda y, si no cambia, hay que terminarla. Lo contrario es una novela de Corín Tellado.