El Servicio Canadiense de Inteligencia de Seguridad (CSIS) ha confirmado públicamente que grupos extremistas vinculados al movimiento separatista kahlistaní están utilizando territorio canadiense como base para recaudar fondos, organizar actividades y promover la violencia dirigida contra la India.
Este pronunciamiento oficial, revelado en un informe reciente, da validez a las acusaciones que el gobierno indio ha planteado durante años y genera nuevas tensiones diplomáticas entre Ottawa y Nueva Delhi. La revelación también refuerza la narrativa de que Canadá podría estar siendo percibido como un “refugio seguro” para ciertos elementos radicales.
El gobierno canadiense ha reiterado su compromiso con el respeto a la libertad de expresión, pero ha dejado claro que no tolerará el uso del país para actividades violentas o que amenacen la seguridad de otros estados.











