Rodrigo Díaz M.
Los conservadores federales prometen aprobar por unanimidad cualquier ley que conceda a los canadienses que utilizan gas natural para calentar sus hogares la misma exención del impuesto sobre el carbono que el primer ministro Justin Trudeau concedió a finales de la semana pasada a quienes calientan sus casas con gasóleo.
Trudeau anunció en Ottawa una pausa de tres años en el recargo federal que se aplica al gasóleo de calefacción. Uno de cada tres hogares del Canadá atlántico se calienta con gasóleo, pero en el resto del país son pocos los que lo utilizan. En cambio, la mayoría de los hogares de Ontario, Manitoba, Saskatchewan, Alberta y British Columbia utilizan gas natural para calentar sus casas. En Quebec, la hidroelectricidad libre de carbono es la fuente de energía más común para la calefacción doméstica.
El premier de Ontario, Doug Ford, el de Saskatchewan, Scott Moe, y la de Alberta, Danielle Smith, declararon tras el anuncio que la pausa en el impuesto sobre el carbono debería ampliarse a los residentes de sus provincias, que utilizan gas natural.
Aunque British Columbia tiene su propio impuesto sobre el carbono en lugar del recargo federal sobre el combustible, los miembros del gabinete del premier David Eby se declararon sorprendidos por el anuncio de Trudeau.
Ahora, el líder de los conservadores federales, Pierre Poilievre, ha retado al gobierno liberal en minoría a eliminar los recargos federales sobre toda la energía de calefacción doméstica.
“Los conservadores ofrecemos nuestra plena cooperación para aprobar un proyecto de ley de emergencia para eliminar el impuesto sobre el carbono en todas las formas de calefacción antes de que las facturas de calefacción de invierno lleguen a los canadienses el próximo mes”, escribió Poilievre en una carta al primer ministro Justin Trudeau.
Sin embargo, el gobierno federal no parece dispuesto a aceptar la oferta de Poilievre.
“A diferencia de los conservadores de Pierre Poilievre, nosotros sabemos que el cambio climático es real y que no puede ser gratis contaminar. Por eso ponemos un precio a la contaminación por carbono en todo Canadá”, escribió en un correo electrónico Katherine Cuplinskas, portavoz de la viceprimera ministra y ministra de finanzas federal, Chrystia Freeland.
“El anuncio del gobierno federal de la semana pasada es un reconocimiento de que se necesita más tiempo y nuevas ayudas para los canadienses, en particular a los que viven en el Canadá atlántico, en la transición a opciones de calefacción doméstica más limpias y asequibles”.