Hace unos días una pareja llego a mi oficina para reevaluar su caso. Ella llegó a Canadá con permiso de estudio a hacer una especialización, y él con permiso de trabajo abierto como dependiente de ella. Desafortunadamente el estrés del proceso y el asentamiento en Canadá han generado tensiones en la pareja y están considerando tomar ciertas medidas con respecto a su relación.
Cuando evaluamos los perfiles como pareja, si el permanece trabajando en Canadá en un trabajo calificado, una vez cumpla 1 año de experiencia laboral ambos podría solicitar la residencia como pareja, si continuaran juntos. Si se separaran, ellos deberían informarle a inmigración del cambio en su situación civil y por tanto el permiso de trabajo de él quedaría anulado, lo que significaría que el debería salir de Canadá y al no obtener los puntos por experiencia laboral en Canadá, perdería la opción de recibir una Invitación a aplicar ya que su puntaje en este momento está muy por debajo de los seleccionados por el Ministerio. Ella podría permanecer en Canadá estudiando y solicitar el permiso de trabajo de postgraduada una vez termine sus estudios y eventualmente, si ella eleva el nivel de inglés y trabaja varios años en un trabajo calificado en Canadá, podría solicitar la residencia permanente en Canadá. Ciertamente una ruptura de la pareja va a afectar a ambos ya que la posibilidad de trabajar en Canadá depende de que ella estudie y la posibilidad de obtener la residencia permanente en Canadá rápidamente depende de que él trabaje.
Pero este no es un caso aislado y ciertamente no el que trae las consecuencias más graves. Hace unos cuantos meses la situación que se presento fue la contraria, el que estaba estudiando era el que quería regresar a su país. Sobra decir que al estudiante abandonar sus estudios tanto el permiso de estudio como de trabajo se invalidan. Esta pareja estaba contando con que quien estaba trabajando pudiera eventualmente obtener el soporte del empleador para una nominación provincial. Para ser nominado por la provincia donde estaban radicados, el trabajo realizado allí debe haber sido desempeñado contando con un permiso de trabajo. En otras palabras, el regreso del estudiante a su país acabó con las posibilidades de obtener la residencia permanente de toda una familia.
Durante mis años de experiencia he visto un poco de todo, las parejas que buscan ayuda emocional y superan la situación, las que toman la decisión de separarse y asumen las consecuencias y las que trabajan en sus relaciones y se dan “apoyo”. Estas últimas son las que deciden mantener una fachada durante muchos años, porque los procesos de residencia no son cortos, y que en la gran mayoría de los casos terminan con problemas más serios de lo que pensaban. Dentro de este grupo están los que se mantienen juntos en papeles y una vez obtienen la residencia se divorcian para poder traer una pareja nueva pensando que Inmigración no se va a dar cuenta de nada o que teniendo ya la residencia permanente están seguros. En muchos casos estos nuevos residentes permanentes, especialmente el patrocinador, termina enfrentándose a una revisión de residencia porque simplemente salta a la vista que se mantuvo con su pareja anterior únicamente para obtener la residencia y que para hacerlo omitió información crucial, lo que es considerado fraude y por ende causal de revocatoria de la residencia.
Que las familias se desestabilicen un poco al emigrar no es raro, por el contrario, pasa con mucha frecuencia, para la gran mayoría es sólo un estado temporal que superan rápidamente, pero para otros las consecuencias son definitivas. Mi recomendación siempre ha sido que visiten un profesional calificado que les pueda ayudar a entender y manejar la situación emocional que están viviendo antes de tomar medidas radicales que van a terminar afectando en términos de inmigración, sino a toda la familia, por lo menos a algunos. Y sobre todo que revisen las consecuencias migratorias que la ruptura pueda tener y tomen los correctivos necesarios lo más pronto posible trazando una nueva estrategia. En el caso de los que son portadores de permisos de trabajo como dependientes estas estrategias pueden ser solicitar un permiso de estudio o conseguir una oferta de trabajo que permita solicitar el permiso de trabajo bajo un tratado de libre comercio o un LMIA. Para el portador del permiso de estudio lo primero es revisar si el tiempo de estudio va a ser suficiente para obtener el máximo de permiso de trabajo, de no ser así, registrarse a un programa adicional, empezar a buscar la opción de una nominación provincial o buscar una oferta de trabajo que permita obtener un permiso de trabajo bajo un LMIA o tratado de libre comercio. Pero ante todo hay que hacer un esfuerzo adicional antes de dejar que la familia se desintegre, finalmente, en la gran mayoría de los casos la decisión de venir a Canadá fue tomada con el propósito de darle un mejor futuro a la familia.
Claudia Palacio., RCIC
ICCRC R 416911
*Claudia Palacio es Consultora de Inmigración Certificada y colaboradora de este semanario. Pueden dirigir sus preguntas a [email protected]