De nuestra redacción
El 24 de marzo de 1980, fue asesinado Monseñor Óscar Arnulfo Romero, la personalidad religiosa más relevante de El Salvador y una de las voces de la fe más grandes de toda Hispanoamérica.
El Centro News lo recuerda hoy junto con toda la comunidad hispana, a la cual sigue iluminando con el recuerdo de sus homilías llenas de profundo contenido religioso, moral y social.
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, El Salvador.
Monseñor Romero vivió su infancia de manera humilde y rodeado por sus padres, sus hermanos y hermanas.
A pesar de que poseía un don especial para la carpintería, desde muy niño demostró estar interesado en convertirse en sacerdote. Asistió a su primer seminario religioso a los 13 años.
Luego de dedicar toda su juventud al estudio de la religión, Romero fue nombrado obispo auxiliar de la Arquidiócesis de San Salvador, en 1970. En 1974, fue nombrado obispo de la Diócesis de Santiago de María, una región rural en las afuera de la capital.
El 23 de febrero de 1977, Monseñor Romero fue nombrado arzobispo de San Salvador. Aunque este nombramiento fue celebrado por el gobierno, muchos sacerdotes no vieron este nombramiento con buenos ojos en aquel momento.
El 12 de marzo de 1977, el padre Rutilio Grande, un sacerdote jesuita y amigo personal de Monseñor Romero que había estado creando grupos de autosuficiencia entre los pobres, fue asesinado. Su muerte tuvo un profundo impacto en la vida de Monseñor Oscar Romero.
En respuesta al asesinato del padre Rutilio Grande, Monseñor Romero elevó aún más su voz en contra de la pobreza, la injusticia social, los asesinatos y las torturas de aquel momento.
Como resultado de sus esfuerzos humanitarios, Romero comenzó a hacerse notar internacionalmente. En febrero de 1980, recibió un doctorado honorario de la Universidad Católica de Lovaina.
En su visita a Europa para recibir este honor, se reunió con el Papa Juan Pablo II y expresó su preocupación por lo que estaba sucediendo en El Salvador.
Durante una misa en su país natal, el 24 de marzo de 1980, Monseñor Romero fue asesinado de un balazo en el pecho disparado por un franco tirador ultraderechista luego de terminar su sermón. No se determinó a ciencia cierta quien fue el actor intelectual de este brutal asesinato.
Monseñor Oscar Arnulfo Romero fue enterrado en la Catedral Metropolitana de San Salvador. A la misa funeraria del 30 de marzo de 1980 en San Salvador asistieron más de 250 mil personas.
Durante la ceremonia, estallaron bombas en las calles cercanas a la catedral y posteriormente se produjeron disparos.
Las fuentes oficiales informaron de 31 víctimas en total, mientras que cifras extraoficiales revelaron que entre 30 y 50 personas murieron. El pueblo estaba enardecido ante tal brutalidad.
El 1997 el Papa Juan Pablo II le otorgó a Monseñor Romero el título de “Sirviente de Dios”, el cual dejaba las puertas abiertas para su eventual canonización.
Monseñor Óscar Romero Fue beatificado el 23 de mayo de 2015 en la Plaza de El Salvador de Mundo en San Salvador tras ser reconocido como mártir por odio a la fe y canonizado por el propio Papa Francisco el 14 de octubre de 2018 en la Plaza San Pedro de El Vaticano.
Monseñor Oscar Romero, San Romero de América, vive y vivirá en nuestros corazones por siempre y para siempre.