Rodrigo Díaz M.
El Banco Mundial informó recientemente que los precios del petróleo podrían llegar a “aguas desconocidas” si se recrudece la violencia entre Israel y Hamás, lo que podría traducirse en un aumento de los precios de los alimentos en todo el mundo.
Según el informe Perspectivas de los Mercados de Productos Básicos del Banco Mundial, aunque los efectos sobre los precios del petróleo deberían ser limitados si el conflicto no se extiende, las perspectivas “se oscurecerían rápidamente si el conflicto se intensificara”.
El ataque a Israel de la organización militante Hamás y la consiguiente operación militar israelí contra Hamás han hecho temer un conflicto más amplio en Oriente Medio.
El informe del Banco Mundial simula tres escenarios para el suministro mundial de petróleo en caso de una interrupción pequeña, mediana o grande.
Los efectos deberían ser limitados si el conflicto no se agrava en un escenario de “interrupción pequeña”, ya que se espera que los precios del petróleo bajen a una media de 81 dólares el barril el año que viene, según estimaciones del Banco Mundial.
Pero en un escenario de “interrupción media”, equivalente a las interrupciones experimentadas durante la guerra de Irak, el suministro mundial de petróleo disminuiría entre tres y cinco millones de barriles diarios, lo que podría hacer subir los precios un 35%.
Según el informe, en un escenario de “gran interrupción”, comparable al embargo árabe de 1973, la oferta mundial de petróleo disminuiría entre seis y ocho millones de barriles diarios y los precios podrían subir entre un 56% y un 75%, es decir, entre 140 y 157 dólares por barril.
En general, los precios del petróleo han subido alrededor de un 6% desde el inicio del conflicto. Y el oro, una materia prima que tiende a subir en periodos de conflicto, ha aumentado aproximadamente un 8%, según el Banco Mundial.
Algunos analistas se muestran escépticos ante la posibilidad de que Estados Unidos sufra una escasez masiva de petróleo, ya que su producción está en máximos históricos.
La secretaria del tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que el gobierno de Biden estaba siguiendo de cerca las consecuencias económicas de la guerra de Israel contra Hamás.
“Hasta ahora, todavía no hemos visto mucho que tenga consecuencias globales”, dijo, pero si la guerra se extiende “por supuesto que podría haber consecuencias más significativas”.
El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, afirmó que, entre la invasión rusa y los últimos episodios de violencia entre Israel y Hamás en Gaza, “nadie puede convencerme de que el petróleo y el gas son opciones energéticas seguras para los países o los consumidores”.