Rodrigo Díaz M.
Los conductores y repartidores de aplicaciones como Uber, Lyft, DoorDash y Skip the Dishes de Ontario piden al gobierno de Doug Ford que les conceda los derechos básicos de los trabajadores clasificándolos como empleados.
Se trata de una cuestión que afecta directamente a cientos de miles de personas que trabajan en la economía colaborativa de la provincia, y que podría tener implicaciones para todos los trabajadores de Ontario y de otras provincias.
Están en juego cientos de millones de dólares y hay claros indicios de que algún tipo de acción es inminente.
El ministro de trabajo de Ontario, Monte McNaughton, ha prometido una legislación como parte de “esfuerzos más amplios para proteger y apoyar a los trabajadores vulnerables, como los que han mantenido los bienes esenciales en movimiento y la economía en marcha durante la pandemia”.
Un grupo asesor nombrado por el gobierno está trabajando en recomendaciones “para garantizar que los trabajadores de las plataformas tecnológicas de Ontario se beneficien de la flexibilidad, el control y la seguridad”.
Las empresas de aplicaciones online se benefician de tener una mano de obra preparada, pero no proporcionan a esos trabajadores los derechos y beneficios de los empleados.
Dado que los trabajadores basados en apps y servicios online, se clasifican actualmente como contratistas independientes en virtud de la Ley de Normas de Empleo de Ontario, no tienen derecho al salario mínimo, a los días de vacaciones ni a la paga de los días festivos legales.
Las empresas para las que trabajan no tienen que pagar las primas del Seguro de Empleo ni las cotizaciones del Plan de Pensiones de Canadá.
Uber ha propuesto una solución, su plan Trabajo Flexible+. Este no otorgaría a los conductores de Uber el estatus de empleados con derecho al salario mínimo y al pago de vacaciones, pero proporcionaría un fondo de beneficios en efectivo al que los trabajadores podrían recurrir por cualquier motivo, ya sea un día libre pagado o para cubrir el coste de medicamentos.
Esta propuesta de Uber Canada no indica concretamente cuánto pagaría al fondo de beneficios, pero utiliza tasas del 2 and 4% de los ingresos de un conductor como lo que llama “ejemplos ilustrativos”.
La cuestión de si los trabajadores basados en aplicaciones online deben ser clasificados como empleados está en cuestión en una demanda colectiva de 400 millones de dólares contra Uber Canadá en nombre de sus conductores de Ontario.
Por otro lado, el Sindicato Canadiense de Trabajadores Postales (CUPW) ha liderado los intentos de sindicalizar a los trabajadores basados en estas ocupaciones. La empresa de reparto Foodora cesó sus operaciones en Canadá en la primavera de 2020 a raíz de uno de esos intentos de sindicalización.
La situación laboral de los trabajadores de las aplicaciones ha sido un tema muy popular en otros lugares de Canadá y de los Estados Unidos.
En la British Columbia, un sindicato fracasó en su intento de clasificar a los conductores de vehículos compartidos como empleados. Este mes, el mismo sindicato dijo que tres conductores de Uber del área de Vancouver fueron despedidos injustamente por negarse a realizar un trabajo que consideraban inseguro.
Durante la pasada campaña electoral federal, el líder conservador Erin O’Toole propuso un paquete de beneficios flexibles para los trabajadores de los servicios de transporte compartido que se hacía eco de lo que propone Uber.
En California, Uber, Lyft y DoorDash lideraron una iniciativa para clasificar a los trabajadores de las aplicaciones como contratistas, lo que los exime de las leyes estatales de salario mínimo y horas extras.
Facilitado por ese cambio, la cadena de supermercados estadounidense Albertsons despidió a los trabajadores de reparto empleados por sus 2.200 tiendas a principios de este año y sustituyó su servicio por DoorDash.
Una investigación previa a la pandemia realizada por Statistics Canada reveló que el 10% de la fuerza laboral en el área de Toronto son trabajadores de alguna de estas compañías online, junto con el 8 o 9% de la fuerza laboral en toda Ontario.
Esto sugiere que unas 700 mil personas trabajan en la economía colaborativa en la provincia, con una parte significativa de ellos conduciendo o haciendo entregas para empresas de apps online.