La mayoría hemos oído hablar del precio del carbono o la carbon tax, también conocido como precio de la contaminación. Pero, ¿qué es exactamente y cómo funciona? ¿Qué sentido tiene?
La idea es que poner un precio a los gases de efecto invernadero y a la contaminación por carbono crea un incentivo financiero para que las personas y las empresas contaminen menos.
Algunas provincias y territorios tienen sus propios sistemas de tarificación de la contaminación. En lo que respecta al precio del carbono sobre el combustible, Alberta, Manitoba, Saskatchewan y Ontario utilizan actualmente el sistema federal.
El dinero recaudado a través del sistema federal de tasas sobre el combustible va directamente a los canadienses de la misma provincia o territorio donde se recaudó. El dinero que reciben se llama pago del Incentivo para la Acción Climática.
Antes se pagaba como un crédito reembolsable que se solicitaba en la declaración de la renta. Ahora, desde julio de 2022, se abona trimestralmente como pago libre de impuestos a través del sistema de prestaciones.
Según Environment and Climate Change Canada (Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá), ocho de cada diez hogares recuperan más dinero del que gastan en este gasto de combustible, así que no es nada despreciable.
Los agricultores también pueden acceder a incentivos y reembolsos, y los canadienses de zonas rurales o remotas también pueden obtener una cantidad extra.
-News Canada