Por Raúl A. Pinto
Un joven ambicioso, de una familia millonaria, con muy poca educación o cultura, es tomado bajo la tutela de un experimentado y poderoso hombre sin escrúpulo alguno. El joven aprende lo peor de él y termina despreciando a su mentor. Y a todo lo que le rodea, incluyendo su familia completa.
En la película “The Apprentice” (estrenada mundialmente en el Festival de Cannes, y en Norteamérica en TIFF 2024), nos damos cuenta que este hombre es el mismísimo Donald Trump, y su ex mentor es el tristemente célebre Roy Cohn. En una biopic bastante literal, sin más ánimo que contar la historia acelerada del millonario que logró convertirse en Presidente de Estados Unidos, uno va quedándose con la boca abierta cuando descubre que cada hecho descrito es apegado a la realidad. Tal como nos pasaba cuando él estaba en el poder, y hacía noticia por sus excesos y faltas de respeto en la prensa, prácticamente día a día, en esta cinta dirigida por el iraní Ali Abbasi, todavía cuesta creer que la historia no es ficción pura. De esa ficción mal escrita y exagerada que a veces causa tanta gracia.
La historia comienza a fines de los 70’s, cuando un joven Donald (Sebastian Stan) administra los inmuebles de su padre, Fred, (Martin Donovan), cobrando el dinero mensual a arrendatarios venidos a menos en los suburbios neoyorkinos. Donald quiere aspirar a más, y a menudo choca con su propia familia por lo que él considera falta de ambición. Es de notar que todos los Trumps aquí, incluso el protagonista, tienen cierta ética, y preocupación por las personas más desvalidas.
Las cosas cambian cuando los Trump son acusados de no dar espacio para minorías raciales en sus propiedades. Ahí entra en escena Roy Cohn (Jeremy Strong), abogado famoso por haber defendido a Joseph McCarthy, el mismo que persiguió y arruinó a la mitad de Hollywood por ser “comunistas”. Cohn, quien no esconde su homosexualidad y su vida desenfrenada de quienes lo conocen, toma gusto en el joven, y además de tomar el caso (que terminan en acuerdo extra judicial), lo mentorea, siguiendo tres reglas de oro: siempre ataca, nunca admitas nada y siempre di que ganaste.
Desde aquí, el proceso de Donald para convertirse en lo que es hoy, avanza rapidísimo: de cuestionar los métodos de Cohn, Trump los abraza, los adapta, y los empeora, haciéndose notar su ignorancia de la vida; él aprendió a “ganar” a costa de todo, y no habrá quien lo detenga en ser “mejor” que todos en su familia, por sobre sus padres, su hermano Freddy (Charlie Carrack), y su esposa, Ivana (Maria Bakalova). Una vez que, a pesar de no beber alcohol, él se vuelve adicto a las anfetaminas, Donald Trump alcanza la forma final que vemos hoy.
“The Apprentice” es una historia de decadencia de una figura pública que “nació” decadente, y que termina literalmente asqueado de su mentor cuando éste y su amante contraen SIDA durante los 80’s. El director Abbasi opta por mostrar más que profundizar, pero el exceso que se recrea – incluyendo una fuertísima escena de violación- y las excelentes actuaciones de Sebastian Stan, Jeremy Strong y Maria Bakalova, todos con el potencial de ser nominados en esta temporada de premios, le dan la fuerza que tuvieron melodramas clásicos como “Todos los Hombres del Rey” de Robert Rossen y “Un Rostro en la Multitud”, de Elia Kazan. Una de las películas más comentadas del año llega hasta Canadá, distribuida por Mongrel Media. Disponible en salas.