Por Raúl A. Pinto
Tras una inmensa campaña de marketing, llega “Deadpool & Wolverine”, la tan esperada colaboración entre dos de los antihéroes, digamos, más queridos del universo Marvel. El director Shawn Levy crea una película tan irreverente como emocionante, subiendo el volumen de las dos cintas anteriores protagonizadas por Ryan Reynolds. El y Hugh Jackman, un actor siempre atrevido cuando se trata de nuevos papeles, regresan a sus icónicos roles, entregando actuaciones tan hilarantes como interesantes, en una trama caótica pero atractiva.
Tras no poder unirse a los Avengers en 2018, Wade Wilson, conocido también como Deadpool, se ha retirado de su vida como mercenario y trabaja como vendedor de autos usados, mientras intenta superar su ruptura amorosa con Vanessa. Cuando las cosas parecen estabilizarse, Wade es capturado por la Autoridad de Variación Temporal (TVA, la misma de las dos temporadas de “Loki”). El problema es que la línea temporal de Wilson se deteriora con rapidez debido a la muerte de Logan/Wolverine, quien es su “balance” en el mundo en que vive. La opción de la TVA, a cargo del malvado Mr. Paradox, es salvarlo de la destrucción de su universo. Como Wilson no quiere que todo lo que conoce, incluida Vanessa, desaparezca, huye e intenta encontrar al Logan perfecto en universos alternativos para traerlo a su mundo y equilibrar el balance perdido.
Reynolds sigue jugando con todas las posibilidades que su personaje le da dentro y fuera de su traje rojo, y aunque sabemos que nunca deja de ser Ryan Reynolds, su característica mezcla de ingenio agudo y energía maníaca todavía no nos aburre. El actor canadiense es tan consciente de sí mismo como siempre, rompiendo la cuarta pared sin asco alguno y proporcionando un comentario meta sobre las historias de superhéroes cada vez que puede.
Para que hablar de su química con el taciturno Wolverine de Jackman, el mayor atractivo de la cinta, con ambos echando chispas en pantalla cuando interactúan. El intercambio de bromas entre los dos personajes es feroz y desternillante, con cada diálogo sintiéndose como un golpe perfectamente sincronizado. Ellos saben bien lo que están haciendo, y lo hacen una y otra vez en las dos horas que dura la película, mientras el público aúlla de gusto. El regreso de Hugh Jackman como Wolverine es simplemente triunfante. Al contrario de Reynolds, el australiano si actúa su papel, aportando, cuando se puede, profundidad al personaje, contrastando de forma perfecta con la irreverencia de Deadpool.
La película explora también las luchas internas de Wolverine en el multiverso, presentándose como un Logan inseguro, algo que Jackman usa sin problemas para mostrar sus dotes para el drama. Las secuencias de acción están hechas para ser graciosas, pero también están muy bien coreografiadas, con resultados bastante satisfactorios. No es solo patadas, explosiones y saltos en el aire; es la oportunidad también para mostrar los chistes mas graciosos del film.
También tiene un reparto de lujo, con Morena Baccarin, Matthew Macfayden, Emma Corrin, y una monumental lista de cameos, encabezados por Zazie Beetz como Domino y Josh Brolin como un Cable más mesurado que en la cinta anterior, pero tambien esta Channing Tatum (Gambit), Chris Evans (no como el Capitan America, sino como Human Torch de Los Cuatro Fantásticos), Jennifer Garner (Elektra), Henry Cavill (como Cavillrene, una variante de Wolverine), y el mismísimo Wesley Snipes en su legendario papel de Blade. La La película también introduce a algunos nuevos personajes cuyas interacciones con Deadpool y Wolverine lo cual podría sugerir nuevas aventuras en el siempre ambicioso Universo Cinematográfico de Marvel.
“Deadpool & Wolverine” vino a entretener, y lo ha logrado nuevamente, a pesar de estar bastante cerca de caer en lo trillado de haber una cinta más. Por ahora, vaya seguro que la pasara muy bien. Para los fanáticos de los héroes más poco convencionales de Marvel, “Deadpool & Wolverine” es una película obligada, y viendo la taquilla sus números la están posicionando bastante cerca de convertirse en la mas vista del verano. Disponible en salas.
Horizon: An American Saga – Chapter 1
El regreso de Kevin Costner, primero a la dirección cinematográfica, y después al género del oeste con “Horizon: An American Saga – Chapter 1”, es un intento ambicioso y extenso de recapturar la narración épica que definió su carrera anterior, con obras excelentes, y otras que no siempre resultaron. Tras su estreno en la edición 77º del Festival de Cine de Cannes, esta primera entrega de una serie planificada en cuatro partes prepara el escenario para lo que parecerá ser una gran exploración de la expansión gringa hacia el oeste de Estados Unidos. Pero ya de entrada es importante recalcar que la partida no fue la mejor.
La cinta parte con Matthew Van Weyden (Luke Wilson, en una impecable actuación) liderando una caravana de pioneros en carruajes a lo largo del llamado Camino de Santa Fe, cuyos integrantes incluyen a Sienna Miller, Sam Worthington y Giovanni Ribisi, entre otros. Su viaje está marcado por la tensión y el peligro, observados por un par de exploradores Pawnee que los siguen de cerca. A partir de ahí, la narrativa se diversifica en una serie de historias interconectadas que abarcan doce años, incluyendo encuentros angustiosos con tribus indígenas americanas y vendettas tan personales como brutales. El propio Costner aparece como Hayes Ellison, una figura misteriosa que enfrenta las complejidades morales de la época.
Visualmente, “Horizon” es excelente, incluso cuando se piensa que tras decadas de westerns ya hemos visto todos los paisajes posibles. La belleza agreste del lejano oeste se captura con el ojo de un artesano que solo Costner tiene, realzados por la inspiradora banda sonora de John Debney.
Pero ahí también tenemos el hecho que la narrativa de la película no siempre iguale su ambición visual. La historia se siente y se ve fragmentada, con saltos entre subtramas que probablemente sean relevantes en el futuro, pero que aquí interrumpen todo y no permiten un desarrollo solido de todos los personajes. Este enfoque disperso hace que sea difícil involucrarse.
“Horizon: An American Saga – Chapter 1” se siente como el preludio que es, pero no como una historia completa en una película, lo cual es primordial para seguir el resto de la saga. Como pareciera que nunca toma vuelo, todo se siente más como un tráiler extendido que como una conclusión satisfactoria.
Mientras esperamos la próxima entrega, que se lanzará en agosto en el Festival de Venecia, queda por ver si la ambiciosa visión de Costner redefinirá finalmente el género del oeste o simplemente recorrerá territorios familiares con un giro contemporáneo. Disponible en VOD.