Casi 150 canadienses han pasado por la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) en lo que va del año, entre ellos dos niños menores de cuatro años, según un análisis de datos oficiales hecho por el medio canadiense The Globe and Mail.
Uno de los menores estuvo 51 días detenido en el South Texas Family Residential Center, periodo que excede el límite de 20 días para niños establecido por el acuerdo Flores. Al cierre de julio, 56 canadienses seguían detenidos y el total anual va camino a duplicar el del año pasado. Los canadienses han sido retenidos en 34 instalaciones que incluyen cárceles de condado, prisiones federales y centros privados contratados por ICE.
Los registros muestran también detenciones prolongadas en espacios concebidos para estancias breves y presión sobre la capacidad del sistema. Un canadiense pasó casi 12 días en la instalación de Alexandria (Luisiana), diseñada para menos de 72 horas, y el centro Krome en Florida operaba muy por encima de su capacidad contractual en abril. Este año 13 personas han fallecido bajo custodia de ICE, incluida la muerte en junio del canadiense Johnny Noviello en el centro federal de Miami, aún bajo investigación. Global Affairs Canada indicó que, por privacidad, no comenta casos individuales y que no puede solicitar trato especial, mientras que el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. afirma que sus centros ofrecen alimentación, agua potable, atención médica y acceso a comunicación, y niega denuncias sobre condiciones deficientes.
El conjunto de datos, obtenido vía una demanda del Deportation Data Project, detalla nacionalidad, año de nacimiento, tiempo en custodia y motivo de detención desde 2023. Casi 70 % de los canadienses detenidos este año tienen antecedentes o cargos pendientes, en contraste con el panorama general de EE. UU. donde más del 71 % de los detenidos por inmigración no tiene condenas. Aunque la campaña de deportaciones se ha centrado en migrantes latinoamericanos, los canadienses también han quedado atrapados en la red de detenciones, incluidos los dos menores canadienses que fueron puestos en libertad condicional tras su paso por el centro de Texas.











