Rodrigo Díaz M.
Los lugareños describieron cómo se escondían en sus casas mientras las balas volaban por ellas durante un tiroteo que duró siete horas.
Más de 700 residentes habían sido desplazados de sus comunidades cercanas a la frontera con Guatemala, según un funcionario.
Organizaciones criminales como el CJNG y el cártel de Sinaloa se han infiltrado en la región por su proximidad a la frontera con Guatemala e importantes rutas de tránsito para los inmigrantes, a los que extorsionan.
Las comunidades más afectadas son Chicomuselo y La Concordia, en el estado de Chiapas. Los habitantes de Chicomuselo declararon que 20 personas, 18 miembros de la banda y dos lugareños, murieron en un enfrentamiento entre cárteles el 4 de enero.
En un comunicado, la comunidad describió “el dolor de ver a niños y jóvenes temblando de miedo y enfermando por tener que vivir estas experiencias traumáticas”. También acusaron al estado de no protegerlos.
Sin embargo, la fiscalía del estado de Chiapas emitió un comunicado cinco días después en el que afirmaba que no había recibido ninguna denuncia de asesinatos en la zona.
El ejército se ha desplegado en la región, pero los habitantes afirman que ahora se ven atrapados en el fuego cruzado cuando las fuerzas de seguridad se enfrentan a los cárteles.
Familias enteras han abandonado sus hogares y han cruzado el cercano lago Angostura en barca para huir de la violencia de los últimos días.
Periodistas locales afirman que sus pueblos parecen ahora ciudades fantasma. El responsable de Protección Civil de Chiapas, Luis Manuel García Moreno, declaró a Radio Fórmula que 701 personas habían huido a la ciudad de Comitán, la mayoría mujeres y niños.