Rodrigo Díaz M.
En la última década, los incidentes de fraude han aumentado considerablemente en toda Canadá, pero en ese mismo tiempo, la proporción de casos resueltos por las fuerzas del orden ha alcanzado su nivel más bajo en 20 años, dejando decenas de miles de víctimas y millones de dólares en pérdidas sin resolver.
Los datos de Statistics Canada muestran que en el 2022 se denunciaron a la policía 150 mil casos de fraude, la cifra más alta que se ha registrado y casi el doble de los 79 mil casos denunciados en el 2012.
Pero en ese mismo periodo, la tasa de esclarecimiento de fraudes, es decir, la proporción de casos resueltos por las fuerzas del orden, ha caído casi dos tercios, hasta situarse en solo el 12% el año pasado, con más de 100 mil incidentes sin resolver.
Las fuerzas de seguridad nacionales señalan el papel cada vez más importante de la tecnología en la vida cotidiana como catalizador del problema.
“Los defraudadores utilizan cada vez más la dependencia digital de la sociedad para captar víctimas potenciales”, se lee en el último informe del Centro Canadiense de Lucha contra el Fraude (CAFC), una operación conjunta de los servicios policiales federales y provinciales. “El mayor acceso a los canadienses a bajo coste está permitiendo a los estafadores diversificar y ampliar las operaciones de fraude”.
Las fuerzas de seguridad informan de que las pérdidas económicas por fraude están alcanzando cifras nunca vistas.
Según datos de la CAFC las pérdidas declaradas por fraude y ciberdelincuencia ascendieron a 530 millones de dólares solo en el 2022, cerca de un 40% más que los 380 millones de dólares del 2021, que a su vez fue un máximo sin precedentes.
Por su parte, la investigación de StatCan sugiere que esas pérdidas podrían representar sólo la punta del iceberg, con estimaciones de pérdidas que incluyen las que no se denuncian a la policía y que ascienden a miles de millones de dólares al año.
Los datos más recientes de la encuesta nacional muestran que el 17% de los canadienses mayores de 15 años fueron víctimas de al menos un caso de fraude entre el 2014 y el 2019. Entre los examinados por la encuesta StatCan, el fraude se ha convertido en la categoría de delito que más victimiza a los canadienses, superando a los delitos contra la propiedad y los delitos violentos y afectando a aproximadamente 2,5 millones de personas en los 12 meses anteriores a la encuesta.
En total, las víctimas de fraude declararon una pérdida de casi 16.3 billones de dólares en los cinco años anteriores a la encuesta cuando se extrapola a la población total, pero StatCan señala que esa suma se basa únicamente en la mayor pérdida individual por encuestado, lo que significa que el verdadero total general es probablemente aún mayor.