Sobre el articulo: “Daniel Ortega, en frontal ataque contra la Jerarquía Católica Nicaragüense”
Señora Susana Hernández D
Editora de El Centro Newspaper
Estimada Señora Hernández.
Reciba un respetuoso saludo.
La presente es para pedirle me permita expresar mi opinión referente al artículo del sr. Pastor Valle- Garay publicado en la sección de “OPNION” del día 23 de noviembre del presente año. De antemano mi agradecimiento.
Estimado Señor Vall-Garay, con el respeto que usted se merece no puedo quedarme tranquilo sin expresarle mis puntos de vista respecto a su posición sobre el actual gobierno del heroico y noble pueblo de Nicaragua. En donde usted titula su artículo: “Daniel Ortega en frontal ataque contra la jerarquía…”, también la semana pasada publicaba otro artículo semejante: “Nicaragua en crisis, baño de sangre…”. Titulares típicos de la propaganda política de los medios de ultraderechas centroamericanas.
Soy un salvadoreño solidario con el heroico pueblo de Nicaragua y su gobierno legítimamente electo por la gran mayoría del pueblo en elecciones libres bajo supervisión internacional, y cuando digo pueblo, me refiero a esa mayoría que votó por Daniel Ortega y su esposa. No entiendo porque usted se empeña en calificarlo de ‘dictador’ si usted es un hombre intelectual y sabe el abismo que existe entre un dictador a un hombre electo por el pueblo. Algo de mala fe debe haber en su conciencia porque con ese lenguaje ofende la dignidad de la mayoría de su pueblo nicaragüense.
Dictadores son los últimos dos gobiernos de Honduras para hablar de la actualidad, porque son sin lugar a duda el resultado de golpes de estado.
Otra cosa que me extraña es que no sea capaz de ver la verdadera raíz de la subversión en Nicaragua.
¿Porque cree usted que hasta abril de este año Nicaragua estaba calificado como el país más seguro para vivir de América Latina?, le puedo dar testimonio de familias con ciudadanía canadiense compatriotas nuestros que decidieron dejar este para irse a vivir en Nicaragua porque es el único país libre las maras criminales. Inclusive familias costarricenses se han venido a vivir a Nicaragua.
¿Usted pretende ignorar o cree que nosotros ignoramos que detrás de todo el terror cometido por los grupos llamados de “oposición” no está la mano sanguinaria del imperialismo?, pero si ellos mismos han hecho publico que están financiando a la ‘oposición’ en Nicaragua. Hay testimonios de estudiantes universitarios que fueron llevados a Miami para recibir entrenamiento subversivo para desestabilizar al gobierno. Allí están las ONEGES “USAE”. ¿Qué otra cosa son? Estoy de acuerdo que señale los errores del gobierno, pero no pretenda tapar el sol con un dedo.
Y hablando de la “confrontación con la jerarquía católica”, usted mismo se contradice porque hace mención de un obispo que no se presta al juego y apoya la gestión gubernamental, razón por la cual usted le hecha basura denigrándolo vulgarmente. Se trata de Mons. Bismarck Carballo. Con lo cual se deduce que la jerarquía esta dividida y el enfrentamiento no es con la Iglesia.
Usted habla de ‘manifestaciones pacíficas’, paradójico porque en estos mismos medios se han publicado fotografías de dichas manifestaciones en donde aparecen claramente enmascarado y con tamaños cañones en las manos y atacando centros de servicio público como hospitales, etc. ¿Y todos los policías y servidores públicos que han sido asesinados por la ‘oposición’, para usted no son nicaragüenses dignos de ser mencionados?
Usted también hace mención de algunos sacerdotes que por tener cargos públicos fueron destituidos por Juan Pablo II, para ese tiempo yo estaba en Costa Rica y allá había un sacerdote que tenía el cargo de diputado, pero el Papa no dijo nada porque aquel era de derecha.
Lo que está a la vista no ocupa anteojos. A mi me basta ver la manifestación del 19 de julio, mas de un millón en apoyo a la revolución y a su presidente. Pero claro esa noticia no la cubre su “respetable” Diario La Prensa.
Una última pregunta: ¿A quién beneficia usted con sus artículos de este tipo?
Rodolfo Molina ([email protected]).
Toronto 23 de noviembre 2018