Aprender a identificarlos y saber cuándo acudir al médico es fundamental para poder comenzar el tratamiento cuanto antes.
“La población debe saber y reconocer qué signos y síntomas nos deben hacer acudir a nuestro médico habitual para descartar que podamos tener un tumor”, expresa Pedro Pérez Segura, coordinador del Grupo de Trabajo de Prevención de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
“Cuando se afecta un hueso, los síntomas habituales son: dolor, incapacidad para moverse, signos inflamatorios, etc. Cuando se afecta el pulmón, podemos tener dolor torácico, dificultad para respirar, tos, sangrado al toser, etc. En cuanto a la velocidad de crecimiento, cuanto más rápida sea ésta, más intensos son los síntomas”, indica Pérez.
Este oncólogo advierte de que “el médico deberá valorar, además de los síntomas, la edad del paciente y otra gran cantidad de aspectos para determinar si debe descartar un tumor en una persona con una sintomatología concreta”.
“Los síntomas del cáncer son muy variados y dependen, fundamentalmente, del órgano sobre el que se asiente el tumor y de la velocidad de crecimiento del mismo”, explica Pedro Pérez Segura, coordinador del Grupo de Trabajo de Prevención de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncólogo médico del español Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid.
“Cuando se afecta un hueso, los síntomas habituales son: dolor, incapacidad para moverse, signos inflamatorios, etc. Cuando se afecta el pulmón, podemos tener dolor torácico, dificultad para respirar, tos, sangrado al toser, etc. En cuanto a la velocidad de crecimiento, cuanto más rápida sea ésta, más intensos son los síntomas”, indica.
El facultativo afirma que la mayoría de los tumores suele dar síntomas de un tipo u otro aunque algunos pueden no producir ningún síntoma hasta que presentan un tamaño considerable o tocan alguna estructura anatómica importante.
“Por ejemplo, el cáncer de ovario puede crecer lentamente en la cavidad abdominal y no
dar ningún síntoma hasta que ocupa demasiado espacio y la mujer nota un aumento del perímetro abdominal o trastornos digestivos relacionados con la compresión del tubo digestivo”, apunta.
No obstante, el oncólogo advierte de que los síntomas que producen los cánceres son inespecíficos y pueden confundirse con los de otras patologías que nada tienen que ver con el cáncer.
“El médico deberá valorar, además de los síntomas, la edad del paciente y otra gran cantidad de aspectos para determinar si debe descartar un tumor en una persona con una sintomatología concreta”, afirma.
“Así, un paciente que presenta sangrado con la deposición no tiene por qué tener un cáncer de colon sino que puede tener unas simples hemorroides. Una buena historia clínica, una exploración de la zona anal y unas pruebas complementarias nos harán descartar uno u otro proceso”, subraya.
DETECCIÓN TEMPRANA.
“El hecho de que los síntomas aparezcan en fases tempranas o avanzadas de la enfermedad, depende del tipo de síntoma del que se trate, del tipo de tumor y del órgano afectado”, manifiesta el doctor Pérez Segura.
“Cuando una mujer se nota un pequeño bulto mamario y acude a su médico, suele estar en situación precoz. Sin embargo, una persona que tiene un cáncer de páncreas y presenta dolor abdominal intenso, puede estar ya en una situación avanzada”, describe.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud subraya que la mortalidad por
cáncer se puede reducir si los casos se detectan y tratan a tiempo, y explica que las actividades de detección temprana se basan en dos componentes: diagnóstico temprano y cribado.
En lo relativo al diagnóstico temprano, la OMS destaca que el conocimiento de los signos y síntomas iniciales (en el caso de cánceres como los de piel, mama, colon y recto, cuello uterino o boca) es fundamental para que se puedan diagnosticar y tratar precozmente.
A su vez, el cribado “tiene por objeto descubrir a los pacientes que presentan anomalías indicativas de un cáncer determinado o de una lesión precancerosa y así poder diagnosticarlos y tratarlos prontamente”, precisa esta entidad.
Ejemplos de cribado son las mamografías para el cáncer de mama y el test de
Papanicolaou para el cáncer de cuello uterino.
“Los datos obtenidos de este tipo de campañas han demostrado incrementar la tasa de diagnósticos precoces y, por tanto, de curaciones”, expone el doctor Pérez Segura.
El especialista hace hincapié en la importancia de la educación sanitaria. “La población debe saber y reconocer qué signos y síntomas nos deben hacer acudir a nuestro médico habitual para descartar que podamos tener un tumor”, expresa.
Del mismo modo, afirma que es crucial acudir a la llamada de los programas poblacionales como las campañas de mamografías y de test de sangre oculta en heces “pues este tipo de programas son fundamentales para proceder a un diagnóstico precoz en el caso de que haya un tumor o, incluso, para eliminar lesiones premalignas”.
Además, el oncólogo explica que en el ámbito de la investigación se está trabajando en pruebas que puedan detectar material genético de los tumores en la sangre o en otros fluidos, lo que permitiría descubrir el tumor en una etapa muy inicial y haría posible un diagnóstico aún más precoz.