Los cambios recientes en las políticas migratorias de Estados Unidos están generando incertidumbre entre los canadienses que viajan con frecuencia al país vecino, especialmente entre los llamados snowbirds que pasan largos periodos de invierno en territorio estadounidense.
Varios viajeros han reportado experiencias inusuales en los cruces fronterizos. Entre ellos, Angela y Leigh Faubert, quienes el 6 de noviembre cruzaron por Aldergrove, en la frontera entre Columbia Británica y Washington. Leigh fue enviado a un edificio secundario donde tuvo que ser fotografiado, fichado con huellas dactilares y pagar 30 dólares, algo nunca antes solicitado. Angela, en cambio, cruzó sin problemas al presentar su tarjeta de Secure Certificate of Indian Status (SCIS), que la exime de ciertos requisitos.
Los nuevos procedimientos derivan de una orden ejecutiva firmada el 20 de enero de 2025 por el presidente Donald Trump, denominada Protecting the American People Against Invasion. Esta medida obliga a que todos los no estadounidenses que permanezcan en EE.UU. por más de 30 días se registren ante el gobierno. Para los canadienses, esto implica llenar el formulario I-94 y registrarse con U.S. Citizenship and Immigration Services al ingresar. Los nuevos requisitos, efectivos a partir del 26 de diciembre, también incluyen controles de seguridad ampliados como huellas dactilares y fotografías.
Sin embargo, la aplicación de estas reglas ha sido inconsistente. Otros canadienses, como los residentes de Winnipeg Owa Schlaikjar y Yvonne Fostey, completaron el formulario I-94 como se les indicó, pero al llegar a la frontera el 18 de noviembre, el agente estadounidense les dijo que no era necesario y que en su próximo viaje simplemente llamaran al puesto fronterizo antes de cruzar. Esto ha generado frustración y confusión entre los viajeros.
Expertos legales, como la abogada Toronto-estadounidense Ksenia Tchern McCallum, recomiendan que los canadienses se preparen bien antes de viajar: tener dirección de estancia, seguro médico, evidencia de vínculos con Canadá y claridad sobre la duración del viaje. “Si eres honesto y tienes un plan claro, no deberías tener problemas”, señaló.
No obstante, algunos canadienses ya están reconsiderando sus viajes al sur. Eric Fagen, quien solía pasar cinco meses cada invierno en Florida, decidió no viajar este año debido al clima político. Aunque lamenta perder el contacto con amigos y la comunidad que formó, asegura que la tensión actual lo motivó a buscar destinos alternativos.











