Después de tres meses de cuarentena y distanciamiento físico, la curva de casos del COVID-19 se ha ido aplanando y muchas provincias han comenzado a aflojar las restricciones.
Rodrigo Díaz M.
La Organización Mundial de la Salud ha venido advirtiendo de la posibilidad de una segunda ola del virus al mismo tiempo que los gobiernos de muchos países han empezado a las medidas de prevención contra el COVID-19.
La Asociación Médica Canadiense (CMA, por sus siglas en inglés) ha identificado cuestiones críticas que habría que abordar en caso de una segunda ola del virus.
Una de las cosas más importantes que los canadienses deben tener en cuenta es que la pandemia no ha terminado, y la amenaza del virus aún está latente.
A medida que los negocios empiezan a reabrir, se alienta encarecidamente a la gente a que siga cumpliendo las instrucciones de los funcionarios de salud pública.
La AMC también está animando a los funcionarios de salud pública a que se aseguren de que sus instrucciones para los canadienses sean claras y consistentes.
A fin de evitar la rápida propagación del virus, es necesario rastrear los contactos, así como el acceso a pruebas generalizadas para quienes crean que pueden haber estado en contacto con el virus.
Además, las empresas y los gobiernos tienen que hacer del suministro de equipo de protección personal una prioridad para los trabajadores de atención de la salud de primera línea.
Los más vulnerables al virus, como los residentes de centros de atención a largo plazo, necesitarán un mayor acceso a los servicios y recursos sanitarios y sociales.
También el gobierno debe proporcionar a los sistemas de atención de la salud los recursos que necesitan mientras se preparan para un aumento de los servicios, como las cirugías, los procedimientos y las consultas consideradas “no esenciales”, que se pospusieron durante la pandemia.
“Ahora es el momento de hacer un balance de las lecciones aprendidas en los últimos tres meses para poder evitar una posible segunda ola; esto dependerá de nuestra capacidad para seguir las directrices de salud pública, implementar medidas clave como el rastreo y las pruebas de contacto, y la rapidez con que respondamos como sociedad”, dijo Sandy Buchman, presidente de la CMA, en un comunicado de prensa.
“La realidad es que necesitamos acostumbrarnos a vivir con COVID-19 y hoy tenemos la oportunidad de minimizar el impacto de un resurgimiento de COVID, incluyendo la posible pérdida de vidas y las dificultades económicas”.














