Rodrigo Díaz M.
En una conferencia de prensa, el ministro de salud federal, Jean-Yves Duclos, dijo que los extranjeros procedentes de Nigeria, Malawi y Egipto que hayan estado en esos países en las últimas dos semanas no podrán entrar en Canadá.
Esto se suma a los otros siete países africanos a los que Canadá prohibió la entrada el viernes: Sudáfrica, Mozambique, Namibia, Zimbabue, Botsuana, Lesoto y Eswatini.
Los canadienses y los residentes permanentes, así como todos los que tengan derecho a regresar a Canadá, que hayan transitado por estos países en las últimas dos semanas, tendrán realizar el proceso de cuarentena, someterse a las pruebas en el aeropuerto y esperar los resultados de las mismas antes de salir de la cuarentena.
El requisito de las pruebas para los canadienses y los residentes permanentes se aplicará incluso si están totalmente vacunados, dijo el ministro de transporte Omar Alghbara. No se aceptarán las pruebas COVID-19 administradas en los 10 países de la lista, dijo.
El requisito de las pruebas también se ampliará, dijeron los ministros, y ahora incluirá a cualquier persona que llegue a Canadá desde un país extranjero aparte de Estados Unidos.
Esos viajeros tendrán que someterse a la prueba a su llegada al aeropuerto, aislarse y esperar hasta que se conozca el resultado de la prueba antes de salir de su periodo de aislamiento, dijo Duclos.
La prueba a la llegada, que será pagada por el gobierno federal, se suma a la prueba previa a la salida antes de llegar a Canadá, dijo Duclos.
Las normas para los viajeros no vacunados siguen siendo las mismas, añadió, lo que significa que seguirán haciéndose la prueba a la llegada, luego al octavo día y estarán en cuarentena durante 14 días.
Estas medidas fronterizas reforzadas permitirán a Canadá disponer de más tiempo para comprender mejor la nueva variante en cuanto a su transmisibilidad, gravedad de la enfermedad e impacto en la eficacia de la vacuna, dijo el Dr. Howard Njoo, subdirector de salud pública de Canadá.
El Consejo Nacional de Líneas Aéreas de Canadá dijo que se moverá rápidamente para implementar las nuevas medidas anunciadas por el gobierno federal, pero expresó su preocupación por la incertidumbre económica que enfrenta el sector de la aviación como resultado de la nueva variante.
Las restricciones a los viajes no son lo único en lo que piensan las autoridades canadienses ahora que los casos de Omicron están apareciendo en todo el país. El gobierno canadiense también está pidiendo al Comité Consultivo Nacional de Inmunización (NACI, por sus siglas en inglés) que proporcione rápidamente las últimas directrices sobre el uso de vacunas de refuerzo en el contexto de la nueva variante de Omicron.
Health Canada ha aprobado recientemente los refuerzos de la vacuna COVID-19 de Pfizer y Moderna para todos los adultos mayores de 18 años, pero el NACI aún no ha recomendado las vacunas de refuerzo a la población general.
Moderna, por su parte, dijo que estaba trabajando en un prototipo de vacuna de refuerzo adecuado para contrarrestar la nueva variante, mientras que Novavax dijo que ya había empezado a trabajar en su versión de una vacuna contra ella.
Omicron es la quinta y última variante preocupante designada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta variante está más mutada que las otras variantes preocupantes, ya que contiene más de 30 mutaciones, lo que los científicos temen que pueda ayudar a que se propague fácilmente o incluso a que evada los anticuerpos de una infección o vacunación previa.
La OMS ha advertido de que el COVID-19 Omicron supone un riesgo “muy alto” de olas de infección que podrían tener “graves consecuencias” en algunos lugares, aunque es necesario seguir investigando para evaluar su posible impacto.