Rodrigo Díaz M.
El ministro de medio ambiente, Steven Guilbeault, ha dado a conocer hoy el plan del gobierno federal para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos ocho años con el fin de alcanzar los ambiciosos objetivos de reducción para 2030.
Se trata de un plan que se apoya en grandes recortes en los sectores de la electricidad, el petróleo, el gas, gasolina y el transporte.
Con el fin de reducir las emisiones entre un 40% y un 45% por debajo de los niveles de 2005 para 2030, el gobierno federal ha anunciado nuevas inversiones por valor de unos 9.1 billones de dólares que, entre otras cosas, fomentarán los incentivos para los vehículos de emisiones cero (ZEV), endulzarán las exenciones fiscales para las empresas del sector de los combustibles fósiles que adopten la tecnología de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS), y trabajarán para que la red eléctrica canadiense sea más limpia.
En un acto celebrado en Vancouver, el primer ministro Justin Trudeau calificó el informe como “el paso más audaz y concreto del Gobierno hasta la fecha”.
El informe, titulado Plan de Reducción de Emisiones 2030: Canada’s Next Steps for Clean Air and a Strong Economy, afirma que el actual régimen de precios del carbono seguirá siendo la piedra angular del plan climático federal.
El precio de los combustibles fósiles aumentará considerablemente desde su nivel actual de 50 dólares por tonelada de emisiones hasta 170 dólares en 2030, con el fin de empujar a los consumidores hacia fuentes de energía más limpias.
Para preservar estos precios tras el próximo cambio de gobierno, el informe señala que Ottawa está “explorando enfoques legislativos para apoyar un precio duradero sobre la contaminación por carbono”. Ottawa también podría adoptar pronto un “ajuste de carbono en frontera”, que impondría aranceles a las importaciones procedentes de jurisdicciones que no tienen un precio del carbono, según el informe.
El mayor contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero en Canadá es el sector petrolero. En 2019, ese sector representó el 26% de las emisiones nacionales, es decir, unas 191 megatoneladas. Según el plan publicado hoy, el gobierno federal quiere que esa cifra se reduzca a solo 110 megatoneladas para el final de la década.
Para lograr una reducción tan grande, el gobierno prevé un recorte del 42% respecto a los niveles actuales
Además de la futura desgravación fiscal, el Gobierno insta a las empresas petroleras a invertir más dinero en proyectos de reducción de emisiones.
“La industria canadiense del petróleo y el gas genera actualmente un flujo de caja récord. Si se emplean estratégicamente, estos fondos podrían mejorar la competitividad en materia de carbono y permitir que el sector contribuya en su justa medida a los objetivos climáticos del país”, dice el informe.
La segunda mayor fuente de emisiones es el sector del transporte. Según los datos del último Informe del Inventario Nacional, las emisiones del transporte fueron de 186 megatoneladas en 2018, lo que supone el 25% del total de las emisiones en Canadá. El gobierno federal quiere que esa cifra se reduzca a 143 megatoneladas para 2030.
Para lograr ese objetivo, el gobierno propone una acción más agresiva para conseguir que más personas utilicen vehículos ZEV (vehículos de cero emisiones que no emiten gases de escape u otros contaminantes).
El gobierno dice que gastará 1.7 billones de dólares para ampliar los incentivos existentes que ofrecen créditos a las personas que compran coches y camiones ZEV. El próximo presupuesto federal “proporcionará detalles adicionales sobre el diseño del programa”, según el informe.