Rodrigo Díaz M.
La economía canadiense perdió 200 mil puestos de trabajo en enero en medio de unas normas de salud pública más estrictas puestas en marcha para frenar la propagación de la variante Omicron del COVID-19.
Este descenso supuso la mayor caída del empleo desde enero de 2021, cuando la economía perdió 207.800 puestos de trabajo, según informó Statistics Canada.
La pérdida de puestos de trabajo también empujó la tasa de desempleo al 6,5% en enero, en comparación con el 6% en diciembre
A medida que Omicron se extendía por todo el país, los gobiernos reintrodujeron límites de aforo y cierres para lugares de trabajo como restaurantes y gimnasios.
El grueso de las pérdidas de empleo se produjo en Ontario y Quebec, que aplicaron algunas de las medidas más estrictas de todas las provincias.
Los servicios de alimentación y la hostelería fueron los más afectados, siendo los jóvenes y las mujeres los más perjudicados, según Statistics Canada.
El absentismo por enfermedad alcanzó un récord en enero, con uno de cada diez empleados ausentes de su puesto. El número de empleados que trabajaron menos de la mitad de sus horas habituales aumentó en 620 mil, el mayor incremento desde marzo de 2020.
Sin embargo, se espera que los impactos de Omicron sean de corta duración y no se extiendan más allá del primer trimestre de 2022.
La historia reciente puede servir de guía, en este caso. A la ola de pérdidas de empleo de enero de 2021 le siguió un repunte mayor, de 272.500 puestos de trabajo, en febrero del año pasado. La economía perdió 198.800 puestos de trabajo el pasado mes de abril (seguido de otro descenso en mayo), pero se recuperó con 214.600 puestos de trabajo adicionales en junio.