Mientras que muchos otros países han relajado sus restricciones de viaje, Canadá mantiene sus restricciones de viajes casi intactas desde que comenzó la pandemia del COVID-19.
Rodrigo Díaz M.
Si bien muchos países están reabriendo sus fronteras internacionales, Canadá sigue manteniendo sus puertas firmemente cerradas a la mayoría de los extranjeros.
Muchos canadienses aplauden al gobierno por sus estrictas restricciones de viaje, implementadas para ayudar a detener la propagación del COVID-19 en el país.
Sin embargo, algunos grupos afectados, como la industria del turismo, han instado a Ottawa a relajar algunas restricciones en formas que, según ellos, proporcionarían un riesgo mínimo.
En respuesta a la pandemia de COVID-19, el gobierno federal emitió varias órdenes de emergencia en marzo en virtud de su Ley de Cuarentena.
Una orden prohíbe a los extranjeros que entran desde los Estados Unidos y una segunda prohíbe a todos los demás extranjeros que visiten Canadá (a menos el viaje se considere esencial, como por ejemplo para estudiar o por ofertas de trabajo).
Una tercera orden hace obligatoria una auto cuarentena de 14 días para cualquier persona que entre al país.
Muchos países que adoptaron prohibiciones fronterizas similares empezaron a relajarlas este verano después de que sus casos de COVID-19 empezaron a disminuir.
Varios países de la Unión Europea (como los Holanda, Francia, Alemania, Chipre y Grecia) ahora dan la bienvenida a los viajeros de países selectos donde las tasas de infección se consideran lo suficientemente bajas, incluyendo Canadá.
Pero el gobierno canadiense ha mantenido sus restricciones de viaje, con una excepción: en junio comenzó a permitir que los extranjeros visiten a sus familiares directos en el país. Y tras la presión pública, el gobierno ha sugerido que puede ampliar esas normas para permitir la entrada de más miembros de la familia que actualmente no cumplen los requisitos.
Grupos de viajes y turismo desesperados por hacer negocios han argumentado que Canadá podría reabrir sus fronteras de manera segura con medidas de seguridad adicionales, como el mantenimiento de una prohibición en países de alto riesgo, incluidos los Estados Unidos.
A finales del mes pasado, una docena de altos ejecutivos de aerolíneas, aeropuertos y empresas relacionadas europeas enviaron una carta al gobierno canadiense, instándole a aflojar sus restricciones de viaje con partes de Europa.
Canadá ha logrado frenar la propagación del virus, pero los funcionarios de salud advirtieron la semana pasada que el país podría ver un pico de casos en el otoño.