Rodrigo Díaz M.
Canadá va a donar los 10 millones de dosis de vacunas que compró a Johnson & Johnson pero que no utilizará a países de ingresos bajos.
La ministra de Desarrollo internacional, Karina Gould, anunció la donación a través de la alianza de reparto de vacunas COVAX, ya que muchos países en desarrollo siguen luchando contra la escasez de vacunas.
Health Canada autorizó la vacuna de J&J a principios de marzo, pero nunca se aprobó su utilización.
El único cargamento entregado (330 mil dosis que llegaron a finales de abril) fue mantenido en cuarentena durante meses debido a la preocupación por la posible contaminación en una instalación de producción en Baltimore.
Health Canada determinó finalmente que las dosis no podían ser verificadas y las devolvió a la empresa.
Al igual que con las otras vacunas que compró Canadá, el gobierno no ha revelado cuánto acordó pagar por las vacunas de J&J.
El gobierno federal anunció el mes pasado que donaría casi 18 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca-Oxford a los países más pobres.
En ese momento, la ministra de adquisiciones, Anita Anand, dijo que, tras hablar con las provincias, el gobierno federal determinó que estas dosis de vacunas eran un exceso de oferta, ya que la demanda de la vacuna de AstraZeneca había sido satisfecha.
En la reunión del G7 de junio, el primer ministro Justin Trudeau prometió que Canadá devolvería al menos 13 millones de dosis que iba a recibir a través de un contrato con COVAX, además de los millones de dólares ya reservados para el esfuerzo mundial de vacunación.
El gobierno también anunció a principios de esta semana que Canadá enviaría 82 mil vacunas a Trinidad y Tobago.
Canadá se ha comprometido ahora a donar un total de 40 millones de dosis.
Anand dijo que el gobierno federal planea mantener cuatro millones de dosis en reserva en todo momento para asegurar que Canadá tenga suficiente suministro nacional.
“El objetivo de las reservas es garantizar que las vacunas estén a mano para los canadienses cuando se necesiten, y al mismo tiempo asegurar que haya dosis disponibles para otros países”, dijo Anand.
“Las dosis canadienses que se identifiquen como excedentes se donarán a socios internacionales de forma continua”.
Algunos críticos han acusado a los países ricos de acaparar dosis extra mientras la mayoría de su población ya está vacunada y los que están en peor situación no pueden vacunarse.