Rodrigo Díaz M.
El primer ministro Justin Trudeau anunció el aporte de más dinero para Ucrania, incluyendo un préstamo de 200 millones de dólares a través del Fondo Monetario Internacional, al final de la cumbre de líderes del Grupo de los Siete en Alemania.
La contribución de Canadá se produce cuando los líderes del G7 se comprometieron a eliminar o prohibir la importación de carbón y petróleo rusos en respuesta a la guerra de ese país con Ucrania y la consiguiente crisis energética provocada por la invasión.
Trudeau dijo que Canadá sigue decidido a apoyar a Ucrania en la defensa de su soberanía e integridad territorial.
“Es importante que el mundo no pierda su atención y enfoque sobre lo que está sucediendo en Ucrania, debemos y seguiremos comprometidos hasta que Ucrania y la democracia prevalezcan”, dijo Trudeau en una conferencia de prensa.
Además del préstamo al gobierno ucraniano, Canadá está proveyendo 75 millones de dólares adicionales en asistencia humanitaria para ayudar en las operaciones en Ucrania y en los países vecinos.
La ayuda incluirá el suministro de asistencia alimentaria, dinero en efectivo y vales de emergencia, protección, refugio y servicios sanitarios.
Canadá también proporcionará otros 52 millones de dólares en ayuda agrícola, incluyendo equipos móviles de almacenamiento de grano para aumentar la capacidad de almacenamiento de grano, así como ayuda para proporcionar pruebas de diagnóstico rápidas y el seguimiento de las enfermedades de los animales para permitir la certificación de las exportaciones.
“Nuestros agricultores suelen enfrentarse a grandes retos y han demostrado ser inventivos y creativos. Así que llevaremos esta experiencia a Ucrania para ayudar en todo lo que podamos”, dijo Trudeau.
Canadá también está contribuyendo con 15 millones de dólares para ayudar a financiar los esfuerzos de desminado y 9,7 millones de dólares para los que siguen las violaciones de los derechos humanos en Ucrania.
En su comunicado final de la cumbre del G7, los líderes afirmaron que están trabajando para asegurarse de que Rusia no explote su posición como productor de energía para beneficiarse de su agresión a expensas de los países vulnerables.
El conflicto ha comprimido los mercados energéticos en Europa y la seguridad del suministro en todo el mundo.
Los líderes también han acordado intensificar sus esfuerzos para mitigar el aumento de los precios y la escasez de alimentos, que se han agravado como consecuencia de la guerra en Ucrania.