Un equipo de investigadores canadienses ha puesto manos a la obra para rastrear el origen de brote del COVID-19 en Canadá.
Rodrigo Díaz M.
Los expertos en salud pública de Canadá se han apresurado a detener la propagación de COVID-19 tratando de averiguar cómo la gente se contagia del virus, y a quién se lo podrían haber transmitido.
Pero incluso los mejores esfuerzos de los últimos cuatro meses han dejado a los médicos sin muchas pistas sobre la fuente de más de un tercio de las infecciones conocidas del COVID-19 en Canadá.
Ahora, los investigadores médicos están usando supercomputadoras para convertir los laboratorios de genética en agencias de detectives y comenzar el trabajo para averiguar cómo surgió casi cada caso en Canadá.
Andrew McArthur, director del programa de descubrimiento y comercialización biomédica de la McMaster University, explicó que su grupo dará un gran impulso durante el próximo mes para comparar el material genético de las versiones de los nuevos coronavirus aislados de muestras de sangre de miles de canadienses.
Este virus no está mutando mucho, lo que es útil para el desarrollo de vacunas y tratamientos, pero está cambiando lo suficiente como para que los casos individuales puedan ser vinculados, creando una hoja de ruta de cómo el virus se propaga a través de la nación.
McArthur dijo que esta información identificará los puntos débiles de las medidas de salud pública desde el principio y ayudará a eliminar rápidamente los brotes de nuevos casos, averiguando su origen.