Rodrigo Díaz M.
Canadá está poniendo a prueba los límites de su frontera común con Estados Unidos con la propuesta de un proyecto piloto que permitiría a los viajeros que se dirijan al norte por tierra pasar la aduana estando aún en territorio estadounidense.
El gobierno federal está solicitando comentarios públicos sobre el proyecto previsto, que establecería una zona de autorización previa dentro de unas instalaciones de Aduanas y Protección de Fronteras en Cannon Corners, Nueva York, al sur de Montreal.
La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá espera poner en marcha el proyecto, de dos años de duración, a finales de este año para determinar si instalaciones similares podrían sustituir a otras más pequeñas y anticuadas en el lado canadiense de la frontera.
El proyecto tiene un costo de 7,4 millones de dólares, dinero que se asignó en el presupuesto federal del 2021 después de que Canadá y Estados Unidos ratificaran un acuerdo actualizado sobre despacho aduanero previo en el 2019.
El calendario concreto del proyecto, que se retrasó por la aparición de la pandemia COVID-19 en el 2020, sigue en el aire, pero el objetivo es que esté en marcha antes de finales del 2024.
Un punto de entrada más pequeño y menos concurrido permite a los funcionarios y agentes de la agencia resolver los problemas y asegurarse de que el sistema puede funcionar correctamente antes de ampliarlo a otros lugares y modos de viaje.
La agencia gestiona 117 instalaciones a lo largo de las fronteras terrestres de Canadá con los Estados Unidos y no menos de 80 de ellas son operaciones más pequeñas y remotas que pueden ser difíciles y costosas de operar y mantener.
El paso fronterizo de Cannon Corners, conocido en Canadá como Covey Hill, a las afueras de la pequeña localidad quebequesa de Havelock, es idóneo para el proyecto por su ubicación y por el hecho de que no afectará a los tiempos de espera ni al volumen de los pasos más transitados.